Capítulo 1

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Mis dos hermanos se fueron a casa de mi madre para consolarla, no sin antes decir unas palabras sobre lo fuerte, bueno y amable que era mi padre, sin olvidar que había sido un héroe tras salvar a un compañero suyo. En cambio, yo decidí quedarme un poco más, recordando buenos tiempos con mi padre, como cuando me habló de su trabajo. Esa fue una de las charlas más largas e interesantes que hemos tenido nunca. También el día que cumplí mi mayoría de edad, en donde me regaló una pistola plateada con las siglas del CCG grabadas en un lado, me dijo que la usara para protegerme de cualquier peligro.
*Flashback*

—¿De los ghoul también?
—Sí, pero apunta a sus piernas, así caminarán más lento y cuando se regeneren ya te habrá dado tiempo a huir y llamarme. —dice con una sonrisa.

*Fin del fashback*

Aparto la mirada de la lápida y observo por el rabillo del ojo que, junto a mí, hay un chico albino. Está cabizbajo, observando la tumba con melancolía.

—Oye no hace falta que te quedes tanto tiempo —digo preocupada con los ojos rojos y la voz ronca.
—Su muerte fue por mi culpa.
—¿Tu culpa? —le miro aunque él tiene su mirada fija en la lápida.
—Sí, Shinohara se interpuso entre el búho y yo, y...
—No es tu culpa, él decidió salvarte no tú, quiero decir... él es el culpable de su propia muerte.

Algo dentro de mí duele. Acabo de afirmar que mi padre tiene la culpa de todo y las lágrimas vuelven a derramarse.

—¡Mentira! Estuvo obligado a salvarme porque era joven. —replica lanzándome una mirada fugaz.
—Él no haría eso solo por deber —respondo calmada y secando superficialmente mis mejillas —él querría que vivieras feliz, así que no te tortures así. —digo intentando reconfortarle.
—No puedo evitarlo, cada vez que pienso en su familia, mi cuerpo se llena de rabia e impotencia. —ambas manos se colocan en su cabeza, enredando sus dedos en los mechones de pelo.
—No te preocupes por nosotros, estamos bien de verdad.
—¿V-vosotros?
—Sí, mi madre, mi hermano, mi hermana y yo.
—¿Quieres decir que no solo tenía a su mujer?
—No.
—Lo siento mucho —dice colocándose enfrente mío (mirándome por primera vez en toda nuestra conversación) para inclinarse, y después volver a ponerse recto haciendo que me fije en sus extrañas costuras rojas.

—N-no tienes por qué disculparte, m-me alegra haber conocido a la persona que tanto quería mi padre. —digo a gran velocidad nerviosa al ver su rostro.
—Me quería... —repitió
—C-claro, por eso arriesgó su... vida... por ti. —afirmó pausadamente para luego mirar al cielo y pestañear varias veces para espantar las lágrimas.

© La hija de Shinohara (1ª Temporada Terminada) Juuzou SuzuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora