© La hija de Shinohara (1ª Temporada Terminada) Juuzou Suzuya

Capítulo 23

Abro los ojos y reconozco perfectamente el techo de mi habitación, con una pequeña mancha de pintura negra en la esquina. Levanto la cabeza y observo todo a mi alrededor, Suzuya está dormido boca arriba con un brazo sobre su abdomen y el otro por encima de su cabeza. Se encuentra cubierto con una sábana, yo igual.
La habitación está muy desordenada, las almohadas que había en la cama ya no están. Me asomo para ver el suelo, y abro los ojos tanto que duele. Toda mi ropa se encuentra ahí (y cuando digo toda es toda).
Me siento en la cama sujetando bien la sábana para después comprobar efectivamente que estaba desnuda. Poco a poco recuerdo todo lo que pasó la noche anterior. Tapo mi cara con una mano mientras la otra sujeta la sábana.

- Suzuya y yo hicimos...-susurro.

Comienzo a envolverme con la manta, pero me detengo al ver que es la misma que cubre a Suzuya. Su torso quedó al descubierto, justo por debajo del ombligo, si hubiera tirado más se le hubiera visto...eso a plena luz de la mañana. Toda sonrojada cojo la esquina de la sábana (que está al lado de su cadera) y con ella le tapo el pecho. Suzuya bosteza.
No te despiertes, no te despiertes hasta que me vista -pienso.

- Saeko. -dice abriendo los ojos.
- B-buenos días.
- Buenos días.

Mis manos estan sobre mi pecho intentando desesperadamente que no se me caiga la manta, que me tapa lo suficiente para que Suzuya no vea nada, aunque supongo que ayer ya me vio.

- ¿Te duele algo? -pregunta poniendo su mano sobre mi mejilla.
- ¿Q-q-qué?
- Por lo de hacer...
- ¡Ah! No, no -interrumpo poniendo mi mano en su boca.

Suzuya lame la palma de mi mano y yo la quito inmediatamente.

- Saeko ¿acaso te da vergüenza?
- Pues claro. -digo mirando a otra parte.

Me siento de rodillas junto a él y lo único que hace es mirarme de arriba abajo.

- D-deja de mirarme así.
- Si te quitas la sábana.
- Eso haría que me mirases más.

Él se quita la sábana y yo cierro los ojos, me rodea con ella haciendo que parezca que tenga un vestido. El albino me obliga a ponerme encima suyo y me abraza, mis brazos están debajo de su cabeza, tocando su suave cabello.

Lo único que nos separa es la fina sábana que envuelve todo mi cuerpo. Abro los ojos despacio, y él me mira con cara de pervertido.

- ¿Qué vas a hacer ahora?
- Yo...

Aclaración: Suzuya está castrado por lo tanto tiene su p*** pero no sus testículos.