୧ Donde Gou es el omega más deseado del momento y Satoshi es un delta
solitario. ୨
🖊️Esta historia está completamente permitido adaptarla.
🖊️Estaré usando los nombres originales de los personajes.
🖊️Habrá personajes creados por mí.
🖊️Esta histo...
Sólo sabía que no había aparecido en toda la noche, que volvió en la mañana, buscó las cosas de la universidad y se fué, ignorando sus súplicas para hablar.
Y fue cuando Gou se rindió.
Se había dejado llevar demasiado por los instintos de su lobo, y los instintos no funcionaban para las personas, y menos para alguien tan poco lobo como Satoshi.
Mandó a la mierda a su lobo interior, quién quería que el azabache le diera atención, y también mandó a la mierda a Satoshi.
Acomodó las sábanas sobre la cama alrededor de él, dejando una para cubrirse hasta tapar su cabeza, para sentirse más protegido, y sólo se quedó allí abrazando la almohada.
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— Wow, llegas temprano— dijo Koharu al ver al azabache entrar al supermercado, no había terminado de subir la reja de la entrada y Satoshi sólo había entrado agachándose, sin disminuir su paso apresurado.
La pelirosa frunció un poco el ceño al no escuchar respuesta por parte de Satoshi.
— ¿Te pasa algo? — dijo, entrando a la sala de los empleados para ver a Satoshi haciendo café en la cafetera con expresión seria pero con un dejo de enojo.
El chico se encogió de hombros, sin siquiera mirarla.
Koharu notó las ojeras oscuras bajo los pequeños ojos de Satoshi.
—Mira, no te he hecho nada para que estés enojado conmigo, así que te me calmas— el tono de Koharu sonaba hartado, apenas había empezado el día y ella no estaba para soportar a un universitario actuando como un niño ofendido.
— Justamente, Koharu, no me has hecho nada— dijo, luego de unos segundos de mirarla con frialdad—. Y por eso no te importa cómo mierda esté, ya que no es tu culpa.
Koharu se mordió el labio con fuerza, en un acto insignificante para calmar su enojo.
— Estás peor que una niña en su primer celo, Katsumoto— dijo, alzando una ceja—, tu puta madre...
Y salió del lugar, más enojada de lo que había entrado.
Satoshi no dijo nada el resto de la mañana, haciendo su trabajo en silencio y con la misma expresión seria, casi molesta, que cargó toda la mañana.
Koharu no se molestó en hablar, la chica también estaba ofendida por la actitud de mierda de Satoshi hacia ella, no le había hecho nada para ser tratada así.
Pasó su turno y Satoshi dejó su delantal y tomó sus cosas, sin decir nada ni despedirse, caminó hasta la universidad a paso apresurado, seguía molesto, por lo que llegó un poco más temprano a su destino.
Vió a la peliazul bajar de una motocicleta, hablando por teléfono con una sonrisa, la que se borró rápidamente al ver la expresión seria con la que Satoshi la miraba.
