02; NO ME MUERDAS, SEÑOR (temporada uno, episodio uno)
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"CARL, TE JURO POR DIOS QUE TE VOY A MATAR". Freya gritó donde yacía en su saco de dormir, ahora cubierto de hierba gracias a su siempre cariñoso hermano pequeño.
"Me robaste la mitad de mi Big Cat". Carl se defendió. Estaba mirando alrededor de la entrada de la tienda, observando a su hermana tratando de quitarse la hierba que acababa de arrojarle. "Tenía que vengarme".
Freya lo fulminó con la mirada antes de lanzarse a sus pies, él la esquivó, haciendo que su codo golpeara el suelo con fuerza. Ella hizo una mueca mientras se levantaba, haciendo una nota mental para hacerle cosquillas sin piedad la próxima vez que pusiera sus manos sobre él.
"Te ves genial", comentó Lori Grimes, sin siquiera tratar de ocultar la amplia sonrisa que se extendía por su rostro. "¿Ese es un nuevo estilo?"
Freya puso los ojos en blanco. "Odio a tu hijo".
Lori rió suavemente. "Dale tiene un cepillo para barrer en la casa rodante, limpiaré el césped antes de la noche".
"No lo había visto tan animado en mucho tiempo. No digo que esté feliz de que ahora huelo como un animal de granja, pero es bueno verlo", admitió Freya, sentándose en el tronco junto a su madre.
Lori miró a Carl, que ahora estaba sentado jugando al uno con Sophia en el césped. "Es bueno que tenga a alguien de su edad con quien ser un niño. Desearía tener eso para ti también".
Freya se encogió de hombros. "Vamos, apenas tenía amigos antes de que los muertos comenzaran a regresar y comernos, ¿cuáles son las posibilidades de que lo haga después?"
"Eso no es cierto. Todos querían ser tus amigos. Solían estar a tu alrededor".
"Solo porque pensaron que papá estaba bueno. Querían que los invitara".
Lori apretó los labios para contener la risa. "A todo el mundo siempre le gustó, ¿eh?"
Freya asintió con tristeza. "Tuviste suerte al encontrar a un hombre tan bueno para formar una familia".
Lori no sonrió. En cambio, sus ojos se llenaron de lágrimas que amenazaban con derramarse. Apartó la cara en un intento de ocultársela a Freya, pero llegó demasiado tarde.
"Oh, mamá. Lo siento. No quise-"
"No lo hiciste", la interrumpió Lori, forzando una sonrisa. "Tuve suerte. Todavía lo soy. Mientras te tenga a ti ya tu hermano conmigo, todavía lo tendré a él".
"Especialmente Carl", estuvo de acuerdo Freya. "Él se ríe de la misma manera, más o menos, ya conoces su culo cursi-"
"-¡La boca!"
"¿En serio, mamá?" Freya cuestionó, levantando las cejas. "¿Nos están comiendo y mi lenguaje todavía te preocupa?"
