Ann ~
Ayer no me quedó de otra que irme a dormir, estoy tan enojada con Markus! Pero esto no se quedará así, claro que no.
Hoy en la mañana me despertó él, ya que al llevarse mi celular no podía poner ninguna alarma.
Ahora estaba comiendo unos pancakes que me preparo, no lo iba a admitir, pero estaban muy ricos.
Mientras miraba mi celular, que me había devuelto hace un rato, veía las historias de instagram de mis amigas divirtiéndose cuando él me habló
Mark: Ann, corazón, a que hora sales de la escuela hoy? -hablaba suavemente-.
Sus apodos lindos y cumplidos cada vez incrementaban más, lo que me hacia MUY difícil la tarea de seguir enojada con él.
Ann: No importa, tomaré el autobús -dije con indiferencia-.
Mark: Sigues enojada peque? -dio una pequeña risa algo burlona- lo siento, si? Pero si no hoy seguro estarías con una resaca horrible, tu mamá me dijo que tomas mucho, eso no está bien sabes? -empezó a reprenderme-.
Ann: Si, sigo enojada y yo no tomo mucho! -me cruce de brazos con el ceño fruncido-.
Mark: Sabes Ann -dijo acercandose a mi- eres muy tierna cuando te enojas -me tomó de mis mejillas-.
Nos miramos a los ojos un segundo y me dio un pequeño piquito en los labios para luego irse sonriente a seguir con sus cosas.
Me quedé helada en mi lugar mientras mi cara se convertía en un tomate ¡mi niñero me dio un beso!
Sacudí mi cabeza intentando ignorar todos los pensamientos que llegaban a mi y termine el desayuno.
Sin que el me viera, salí de mi casa hacia la parada de autobuses. No quería verlo después de ese beso, que incómodo.
Me senté a esperar cuando de repente un auto había parado frente a mí, era Markus.
Mark: Ann! Sube al auto ahora -dijo serio-.
Sinceramente me asuste, parecía muy enojado, a tal punto que cuando me dijo eso solo subí a su auto sin rechistar.
Mark: Eso no estuvo nada bien Ann, cuando vuelvas de la escuela tendrás tu castigo -hablo con la mirada al frente mientras apretaba el bolante, como si intentará contenerse-.
Ann: Castigo? No soy una niña -dije incrédula, lo único que faltaba es que me castigara por ir a tomar un bus-.
Mark: Ann, cada palabra que dices empeora más el castigo así que te conviene mantener tu linda boquita cerrada cariño -.
El camino fue callado e incómodo, nadie más comento nada luego de eso.
Lo unico que pasaba por mi mente era ese tal castigo que mencionaba, que se suponía que iba a hacer? Pegarme?
Me dejó en la escuela y antes de irse me recordó que si no lo esperaba a la salida, el castigo sería el doble.
No pude centrarme mucho en las clases, tenía sueño y solo podía pensar en Markus, extrañamente.
Un molesto dolor de cabeza apareció y con el afán de que desapareciera cerré los ojos unos segundos, pero, sin darme cuenta, terminé roncando en mi mesa.
María: Ann! -sentí unos ligeros golpes en mi escritorio, era la maestra-.
Me levanté de repente escuchando las risas y murmullos de mis compañeros.
María: Ve a lavarte la cara ahora mismo -se cruzó de brazos- y voy a llamar a tus padres, como si quiera se te pasa por la mente dormir en mi clase?!-.
Rápidamente me levanté y salí del salón hacia el baño.
La profesora María no era conocida por ser la más buena, no tenía paciencia ni tampoco ningún filtro que midiera lo que dice, básicamente, no le interesa mucho nuestros sentimientos.
Después de lavarme la cara volví y perdí mi vista en la ventana, dormida o no, nunca entendí esta clase.
Las horas pasaron lento, muuuy lento!
Y cuando por fin terminó llego la peor parte, vi a Markus entrando a la oficina del director con cara de querer asesinar a alguien.
Estoy en problemas...
María: Por aquí señorita, de esta no se escapa -hablo a mis espaldas-.
Me guió hasta la oficina del director, donde estaba él hablando con el viejo señor...alegremente?
Al parecer se conocían ya que hablaban de sus familias y el cumpleaños de una tal "Sophia".
Director: María, Ann, pasen -se levantó de su asiento- quieren agua?
Negué, solo quería salir corriendo de ahí.
María: No gracias director, vengo aquí para hablar con el tutor de Ann -.
Director: Bien, porfavor -dijo señalando un sofá para que se siente- a que se debe su llamado?
María: Ann se duerme en mis clases -dijo enfadada- y no solo en las mías, eh escuchado que varias profesoras decir que siempre esta durmiendo-.
Director: Y eso, señorita Ann, a que se debe? -.
Miré a Markus intentando pedir ayuda, no diría que es porque me quedo jugando juegos hasta tarde ni porque siempre salgo a algún lado de noche.
Markus subió sus hombros mientras me miraba, como diciendo "lo siento, responde"
Ann: Emmm es solo que no puedo dormir bien de noche, tengo un poco de insomnio -mentí, la verdad me gusta dormir pero me gusta más salir a divertirme-.
Director: En ese caso, tendrás que hablar con la psicologa de la escuela y que ella analice tu caso -escribió algo en su libreta- no tomas ninguna pastilla para poder dormir? -.
Negué.
Director: Bien, puedes ir, sabes donde queda no? -.
Markus: no creo que sea necesario, ella irá a una psicóloga personal, me encargaré de eso-dijo levantándose de su asiento- y si me lo permites, me gustaría llevarla a casa-.
Director: Bien, pero que esta sea la última vez que te duermes en clase, escuchaste Ann? -dijo severamente-.
Ann: Claro, siento las molestias -.
Markus me tomó de la mano y me sacó de allí casi arrastrando. No dijo nada en todo el camino hacia el auto.
Mark: Me puedes explicar porque te duermes en clases? -dijo cerrando la puerta del vehículo-.
Ann: Lo siento, es que tenía mucho sueño -jugué con mis dedos-.
Mark: Claro que sí -hablo bajo, en un tono sarcástico-.
Me callé, no quería pelear con nadie, ese comentario me dolió.
Cuando llegamos a casa me bajó del auto cargando a pesar de que intente bajarme, que le pasaba?
Ann: Bajame Mark! -dije enojada-.
Mark: Es momento de tu castigo Ann -dijo sentándome en el sofá- originalmente solo iban a ser nalgadas pero como deciste empeorar tu castigo esto es lo que vamos a hacer -se levantó y de un cajón sacó un chupete- serás mi bebé- lo metió en mi boca-.
¡¿QUE?!
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niñero • ABDL
NonfiksiAnn es una chica de 16 años quién quedó a cargo de un niñero ya que su mamá se tenía que ir de viaje por un largo tiempo. Su madre llamó a Markus, un joven y atractivo chico que escondia un gran secreto. Él no necesitaba dinero, le sobraba en realid...