Amanecer y ver tu rostro sonreír, es un placer, un privilegio para mí, buscar la luz en el fulgor de tu mirar, es despertar con el amor. Mirar que el sol en tu cabello se anidó y la alborada en tu sonrisa se escondió, ver que mi verso tiene un ritmo y un color, es un placer.
Esa fue parte de la melodía que tarareaba Julián en el oído de su amada, una vez que se quedó dormida. Verla así, tan suya y tan entregada, hizo que el corazón del juez diera un vuelco debido a todo el amor que sentía por esa mujer.
Acariciaba su mejilla al igual que sus cabellos negros como la noche, esa noche que fue testigo de la entrega que el juez había ansiado por tanto tiempo o bueno, desde que la conoció... Siguió cantando aquella canción mientras la miraba dormir.
— Amanecer con la importancia de saber que soy de ti, que pertenezco solo a ti que nunca más mis sueños frío sentirán, es ya tener un porvenir. Amanecer y ver que tengo junto a mí, lo que hace tanto, tanto tiempo pretendí, es un placer, un privilegio para mí.
Culminó ese pedacito de la canción y despacio, se levantó de la cama sin despertarla. Volvió a admirarla unos segundos y se dirigió al baño.
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El hombre con un habano en su boca, se encontraba en su celda viendo aquellas fotos que le había entregando una de sus cómplices. Sin duda; la pareja que observaba en aquel papel, se veían felices, cosa que lo hizo maldecir y una sonora carcajada hizo eco en el lugar.
— Ay, mi querida Cuquita, disfruta mientras puedas... porque pronto, pero muy pronto, ya no será así. - aseguró con malicia y volvió a reír.
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Lentamente, Refugio abrió sus ojos y se encontró con los de él mirándola fijamente. Esos iris de color gris que tanto la desestabilizaban.
— Hola... - dijo con una sonrisa en sus labios, los cuales estaban hinchados debido al acto anterior. Incluso, sus cachetes estaban rojos.
— Hola, mi amor. - saludó regalándole una sonrisa. — Te ves tan hermosa, no me canso de admirar tu belleza y esos ojos, esos ojos que me cautivan y me hechizan.
— Julián... - articuló sonrojada. — Gracias... gracias por todo esto y por esta noche tan mágica.
— No tienes que agradecerlo, el que lo hace soy yo, gracias por permitirme vivir esto que deseaba desde hace mucho tiempo.
— No tenía conocimiento de eso, pero ya me demostraste que es así.
— Te amo, te amo muchísimo, cielo. - recalcó mirándole con amor.
— Yo también te amo a ti. - volvió a decir y llevó una de sus manos hasta su mejilla. Julián aprovechó el gesto para besarla y ella correspondió.
— ¿Qué es lo que causo en ti? - cuestionó él de manera seductora mientras bajaba a besar su cuello.
— Demasiadas cosas... pero si sigues haciendo eso, no podré concentrarme...
— Mhhh, dime, ¿Qué tipo de cosas? - ronroneó un poco a la vez que seguía labor.
— Prometo decírtelo una vez que tú me cuentes más sobre ti. - manifestó deteniéndolo para mirarle.
Los ojos del magistrado se compenetraron junto con los de ella y con una sonrisa, respondió.
— Eso es trampa, pero está bien, yo también prometo hacerlo. - aseguró besando las manos femeninas.
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Renaciendo a tu amor.
FanficRefugio siempre sacrificó su felicidad por sus hijos, dejó de lado a la mujer y sólo vistió a la madre, ahora llegará Julián que hará que renazca a su amor.
