Las aventuras de un vigilante caótico [BNHA]

Mantente vivo (1)

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Parte 1:
Estás roto en el suelo y no paras de llorar, pero prometo que sobreviviras.

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⚠️TW: Heridas graves, apuñalamientos, muerte temporal del personaje.

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"Recuerdo las lágrimas cayendo por tu cara cuando dije: 'nunca te dejaré ir', cuando todas esas sombras casi matan tu luz. Recuerdo que dijiste: 'no me dejes aquí solo', pero todo eso está muerto, enterrado y en el pasado esta noche.
Sólo cierra tus ojos, el sol se está poniendo"
-Safe & Sound by Taylor
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Diciembre 19.

Esta vez Izuku había mordido más de lo que podía masticar, pudo verlo desde el momento en que se involucró en una pelea que sabía bien que no ganaría, no sin apoyo adecuado, pero tampoco no podía no hacer nada, no cuando la situación involucraba niños (niños pequeños, más pequeños que Eri, llorando y suplicando que los dejaran ir con sus padres).

Involucrarse en una misión de tráfico de personas había sido estúpido, imprudente y temerario, nada de lo que hizo esa noche iba acorde a cómo trabaja usualmente Caos y está seguro de que sí sale de esto, Eraserhead le dará una conferencia completa de todo lo que hizo mal esta noche. El vigilante Caos fue analítico, estratégico y mantenía su cabeza fría, priorizando un poco más la lógica sobre las emociones, pero quién se había lanzado de cabeza a la persecución no fue Caos sino Izuku. Izuku fue quién se movió sin pensarlo, corrió cuando vio a esos niños en peligro, su cuerpo simplemente se movió.

Pudo noquear a los dos gorilas de mutaciones visibles, enganchó su quirk en ellos, ordenándoles que se quedarán quietos solo para golpearlos con su bastón bo y darles una descarga eléctrica no letal que los dejaría fuera por un buen tiempo. Pasando de esos dos, logró colarse a la entrada del almacén donde habían arrastrado a los cinco niños que habían bajado de unas camionetas, su vigilancia alrededor de ese lugar lo había llevado a confirmar los rumores que logró obtener antes de ciertos conocidos en el vecindario.

Con un corazón latiendo en su garganta e ignorando el mal presentimiento que quemaba en su pecho, se adentró sin pensarlo, sus ojos brillando en azul en cuanto tres tipos entraron en su rango de visión inmediata, ordenando también que se quedaran quietos y con calculada precision, electrocutó a cada uno hasta dejarlos fuera. Izuku había pensado ir de forma más cautelosa desde ahí, pero varios niños gritaron aterrorizados y el Grennete simplemente se movió hacia los gritos, abriéndose paso en el almacén hasta que llegó a las cocheras, dónde estaban obligando a subir a los niños a las camionetas, amenazándolos con armas.

Diez tipos. Eran diez personas de manera inmediata e Izuku, imprudente y estúpido Izuku, forzó su quirk, enlazando a los diez y forzando la orden para qué perdieran la conciencia por sí mismos. El dolor de cabeza que le siguió a esa orden fue horrible, cómo si constantemente estuvieran martillando su cabeza con saña para sacarle los sesos, pero aún así, priorizó el rescate de los niños, sacando su celular y tecleando la ubicación y la situación a Tsukauchi para que viniera rápido y preparado mientras se acercaba a los niños lentamente, sólo para después darles palabras de aliento para asegurarles que los profesionales estaban por llegar y que podrían ir con sus familias. Había sido la parte fácil, los niños lo escucharon cuando Izuku les pidió que lo siguieran para abandonar ese lugar en caso de que hubiera más compinches por llegar o que las personas que iban a obtener a los niños los encontraran en medio de una fuga. Los 20 niños que había contabilizado en cuanto verificó que nadie tuviera heridas que necesitaran atención urgente, lo siguieron como patitos, y si la situación no hubiera sido tan tensa se habría reído con cariño por la escena.