Anne. cap3

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— Gracias sultana por escuchar nuestros problemas. — decía un señor de mediana edad, que al parecer no tenia un hogar y empezaría a vivir en su albergue.

— Gracias por pensar en nosotros mi reina.— una mujer tocó su vestido

Ela sonrió y tomo la mano del hombre y se sentó en el medio de las personas que le desean bendiciones y cosas buenas.

— Gracias a ustedes por recibirme. — sonrió abiertamente

— Sultana, Sultana ha vuelto...— chillo un niño que vivía allí desde los inicios.

— Osmán...— susurro ella y lo abrazo 

— Será una madre increíble. — agrega alguien

Ela sonrió y ordeno que empezaron a entregar la comida y el oro, se sentía cansada pero también lo notaba. 

Todo marchaba de maravilla, aunque días atrás había recibido un ataca por manos que conocia perfectamente decidió quedarse tranquila, y tener más cuidado, estar más alerta.

— ¡Halkyň şa zenany!

Fue el primer título que recibió de parte del pueblo, todos empezaron a gritar aquel título, agradeciendo.

—¡Larga vida Halkyň şa zenany!

La voz se rego en todo el pueblo, llegando hasta el palacio, dónde una sultana estaba enrojecida de la ira.

— Nunca recibí ese título alondra. — dijo alterada — esa mujer tiene al pueblo comiendo de su mano.

Alondra obsevaba cómo la sultana madre caminaba de un lado a otro, preocupada.

— Es obvio que el pueblo la ama..— comento cabizbaja — desde el día uno que llegó aquí ha sido muy generosa con ellos.

— ¿Dices que nunca fui generosa con ellos? — pregunto con una sonrisa molesta

Alondra nego.

—"Reina del pueblo" que estúpido, además está en turco. — dijo haciendo comillas — Que horror.

— tal vez aprendieron un poco de turco para esto. — volvió hablar alondra

La Sultana madre la miro fijamente, haciendo que está se callase.

— Cállate alondra. — la miro en silencio — Y ve por el café.

Días antes.

—Sultana por favor abra la boca

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—Sultana por favor abra la boca. — las doctoras examinaban a la sultana luego de que intentara ahogarla.

— ¡YA BASTA! — grito enojada — estoy bien.

Dijo mientras se levantaba.

— Mi reina por favor...— le rogó el rey

— Es que estoy cansada, llevo todo el día aquí en la enfermería..— sé quejo

Ela Hürrem sultán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora