— Atike, no digas tonterías. — dije observando la carta que me había enviado el príncipe.
Sonreí.
—¿Que te hace sonreír de esa manera? — dijo acostándose junto a mi
Levanté la carta y la moví de un lado a otro.
— Uy, ¿Es un poema caliente? — dice pícara
La mire sería y ella estalló en carcajadas.
— Te pareces a la abuela ¡¡Tan seria!! Estoy segura de que gritaste mucho. — dijo pícara.
le di un golpe en el hombro y ella se quejó, Atike era la más pervertida de mis hermanas, a pesar de todo me hacía reír.
— Auch!!
Ella se levanta y se acomoda en el sofá, toma su copa y da un pequeño trago, sigo cada uno de sus pasos.
Miré la carta en mi mano y la empecé abrir, una caligrafía perfectamente hermosa y un olor a rosas subió a mis fosas nasales."Mi hermosa rosa, no has abandonado mi mente, tu cuerpo y tu hermoso cabello, el color de tus ojos están tallados en mi cabeza
El olor que desprendes es un placer para mí, disfruto tenerte, oh mujer ¿Que has hecho con este pobre hombre?
Déjame amarte y cuidarte, déjame entrar a tu corazón porque ya el mío, te pertenece. "
Istar...
Suspiré y sonreí como una boba, Atike estalló nuevamente en risas, yo la ignoré, mi corazón latió con mucha fuerza.
Camine por los pasillos, nuevamente estaba muy nerviosa, iba a los aposentos de la madre Sultana, obviamente estaban cerca al frente del harem solo teníamos que subir algunas escaleras para llegar.— Por aquí Sultana...— dice el aga señalanme una gran escalera
— Gracias.
Empecé a subir cuando llegue al último mire hacia mi derecha y me detuve en el balcón observando el gran harem, mis criadas se detuvieron detrás de mí y el aga espero el permiso para ingresar.
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Ela Hürrem sultán
Aléatoire-Yo soy la reina! La Sultana Hürrem y nadie puede desafiarme, pagarás caro está traición! «Lloraras lágrimas de sangre y vas a Rogar para que me detenga».