Turning red

Capítulo 14: Problemas de pandas más grandes

"¡¡¡MEI-MEI!!!"

Mei se quedó sin aliento y todos en el estadio se giraron para ver dos ojos rojos gigantes mirando hacia el SkyDome.

Dos patas gigantes separaban el techo del SkyDome y la cabeza de un panda giganta se asomó.

"¡MEI-MEI! ¡¿DÓNDE ESTÁS?!?!"

Los ojos de Mei se abrieron con sorpresa. "¡¿Mamá?!"

Los ojos de Ming se abrieron cuando vio a su hijo. "¡¡¡MEI-MEI!!!"

Mei gritó y comenzó a correr, sus amigas lo siguieron.

Ming se alejó más del techo de la cúpula y todos comenzaron a huir también. Ming saltó las paredes y saltó al SkyDome.

"¡Mei-Mei!"

La familia de Mei corrió hacia ellos y Mei abrazó a su padre.

"¿Papá?"

"¡Tenemos que salvar a tu madre!" dijo la abuela de Mei.

"¡Se ha vuelto loca!"

"¡Mei! ¡Tenemos que hacer el ritual otra vez!" dijo Jin.

"¿Qué pasó? ¡Ella es enorme!" Mei hizo un gesto a su madre.

"¡Te dije que era grande!" Jin se encogió de hombros.

"¡No así de grande!" preguntó Mei con incredulidad.

"¡MEI-MEI!" La pata gigante de Ming bajó y levantó a Mei en el aire, mientras su familia y amigos le gritaban a Ming que se detuviera.

"¡ESTÁS EN UN GRAN PROBLEMA, JOVENCITO!"

Ming lo regañó, agitando su dedo hacia él.

"¡Mamá! ¡Suéltame!"

"¡VOY A CERRAR ESTO AHORA MISMO!"

Ming se estiró y agarró un letrero gigante de 4-Town, y lo arrancó del muro.

"¡TODOS VAYAN A CASA! ¡¿DÓNDE ESTÁN SUS PADRES?! ¡PONGANSE ALGO DE ROPA!"

Dejó caer el cartel al suelo y se hizo añicos.

"¡ESTE NO ERES TÚ!" Ming le dijo a Mei.

"¡Este soy yo!" Mei gritó. Se transformó en su panda y mordió la mano de Ming.

Ming rugió de dolor y tiró a Mei de su mano. Mei gritó mientras caía, pero logró volver en su panda, lo que suavizó su caída.

"¡Mei-Mei!"

"Mei, ¿Estás herido?"

Mei no los escuchó y volvió a cambiar a su panda.

"¡Ya no soy tu pequeño Mei-Mei! ¡Mentí mamá!"

"¡¿QUÉ?!"

"Fue mi idea utilizar al panda. Fue mi idea ir a la fiesta de Tyler. ¡Fue todo mío! ¡Me gustan las chicas! ¡Me gusta (T/n)! ¡Me gusta la música fuerte! ¡Me gusta girar! ¡Tengo 13 años! ¡Superalo!" Le gritó a su madre.

Los ojos de Ming se abrieron antes de volver a enfadarse. Ella dejó escapar un rugido atronador, que sacudió el suelo.

"¡El ritual! ¡Todos en posición!" ordenó la abuela de Mei. "¡Mei-Mei, mantenla ocupada!"

"¡Oh, la mantendré ocupada!"

"¿Dónde Jin? ¡Jin!"

Jin había conseguido una tiza y la estaba usando para hacer un círculo gigante en el suelo.

"¡Mei! ¡Mantenla en el círculo!" Jin llamó a su hijo.

Mei estaba ocupada huyendo de su madre.

"¡REGRESA AQUÍ!" Ming rugió, siguiéndolo con las patas en las caderas.