Capítulo 7: El avance

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Al día siguiente, la familia cerró el templo. Ming estaba ocupada aspirando todo el pelaje rojo del suelo. Escucharon golpes y gruñidos en la habitación de Mei y los golpes hicieron que las cosas se cayeran. Ming se apresuró a guardar una foto de un pequeño Mei antes de que se rompiera.

....

De vuelta en su habitación, Mei estaba chocando contra la pared, para recuperar su forma humana.

....

Saltó de su colchón al suelo para deshacerse de su brazo de panda.

Se tiró de las orejas con tanta fuerza que cayó al suelo. Las orejas se hincharon y Mei gimió mientras se arrastraba por el suelo.

"Por favor... simplemente vete". Él gimió.

Se hizo un ovillo en el suelo.

¡Poof!

"¡No! ¿Por qué? ¿Por qué?"

Un golpe sonó en su ventana y Mei se sobresaltó.

"¡Mei, somos nosotras! ¡Abre!" (T/n) gritó la voz.

"¡Rayos no!" Él susurró. Afortunadamente, sus cortinas estaban cerradas para que no pudieran verlo.

"Chicas, ¿qué están haciendo? ¡Váyanse!" Les gritó.

"¿Estás bien? Toca si puedes oírnos". Priya dijo.

"¡Uno por sí, dos por no!" Abby gritó agresivamente.

"¡Estábamos tan preocupados! Pensamos que habías muerto de vergüenza". Miriam le dijo a él.

"¿Mei? ¿Te sientes bien? No te di mi resfriado, ¿verdad?" (T/n) preguntó nerviosamente.

"¿Necesitas más desodorante? Traje más". Priya dijo.

"¡Olvídalo! ¡4-Town viene a Toronto!" Abby chilló, sosteniendo un volante.

Mei abrió las cortinas. "¡¿En serio?!"

Las cuatro chicas gritaron, lo que hizo gritar a Mei. Las agarró y las arrastró por la ventana y las abrazó contra su pecho, ahogando sus gritos.

"¡Todas calladas! Todas, es solo Mei ¡Cállense! ¡Está bien! Soy Mei ​​Cálmense, ¿de acuerdo? Voy a soltarlas y se relajarán. ¿Entendido?" Miró a sus amigas (y enamorada) que habían dejado de gritar.

Todas asintieron de acuerdo.

"Esta bien" enfatizó.

Suavemente bajó a sus amigos, y todos guardaron silencio por un minuto.

"¿Eres un hombre lobo?" preguntó Priya.

"¿No que?"

"¡Él es un panda rojo!" chilló Abby.

"Genial." Priya inexpresiva

"¡Eres tan esponjoso! ¡Eres tan esponjoso!" Abby enterró su rostro en el estómago de Mei.

Priya fue detrás de él y le tocó la cola. "Siempre he querido una cola".

"Priya, Abby, dejenlo. Mei, ¿qué diablos pasó?" preguntó Miriam.

"Es solo algo, ya sabes, inconveniente, eh, cosa genética que obtuve de mi madre. Quiero decir... desaparecerá. Eventualmente. Tal vez". Mei comenzó a llorar de nuevo.

Todas sus amigas se reunieron a su alrededor y trataron de consolarlo.

"¡Odio esto! Soy descuidado, apestoso. Mi mamá ni siquiera me mira, ¿y ahora 4-Town? ¿Cuándo vienen?" Preguntó.

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