Capítulo 7. Coronación

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Narra _____ 

Me encontraba en mi habitación preparándome para mi coronación, llevaba puesto el mismo vestido con el que llegué a mi pueblo, también llevaba una preciosa capa negra con constelaciones bordadas en dorado. Escuché como llamaban a la puerta, era Ophelia debía salir ya. Entré al gran salón del castillo, caminé hasta mi trono y me volví quedando en frente de todos. Ophelia me colocó la corona mientras recitaba: Por los oscuros cielos de la noche y las brillantes estrellas que nos guían yo te nombro la reina  _____, la libre. En cuanto sentí la corona en mi cabeza, levanté esta y busqué con la mirada a Ed que se encontraba en un palco junto a su familia. Ellos habían sido coronados reyes de Narnia  unos días antes.

Nos encontrábamos en el salón de baile; yo bailaba con Ed mientras reíamos, Susan y Lucy bailaban a nuestro lado y Ophelia miraba de reojo a Peter que conversaba alegremente con unos faunos. Fue de las mejores noches de mi vida. Bailé tanto que me dolían los pies y solo podía pensar en lo afortunada que era.

Unos años después 

Ed y yo nos embarcamos en un viaje por las tierras de Narnia. Actualmente estamos saliendo y soy la persona más feliz del mundo aunque el motivo del viaje me deja un sabor agridulce cada vez que lo pienso. Vamos en busca de una reliquia perdida de las hijas de la noche, un collar de obsidiana con la capacidad de proteger la mente de su portador contra la magia de las brujas.  Descubrimos este objeto gracias a un libro de la biblioteca de mi castillo. Cada uno vive en su propio castillo, él en Cair Paravel y yo en Aredhel Orion. La razón por la que estamos buscando el collar, es bastante complicada de explicar. Un día hablando con Ophelia descubrí que aunque controle mis poderes estos actúan un poco involuntariamente cuando me dejo guiar por mis emociones. También descubrí que en nuestro mundo se desconectan pero siguen ahí y podrían aparecer muy reducidos; actuando involuntariamente para manipular las emociones y la mente de Ed. Esa es la razón por la que estamos buscando el collar. Según el libro de la biblioteca, la última vez que lo vieron fue un ladrón por la noche. Se lo robó a su portadora mientras dormía. Cuentan que se dirigió a las montañas del norte y ahí nos dirigimos ahora.

 Sinceramente desde que descubrí esto no me creo el amor de Ed hacía mi. Tengo miedo porque si descubro que era cosa de mis poderes habré vivido una mentira. Pero prefiero el dolor de un corazón roto a vivir un amor falso. Solamente espero que no se convierta en la persona fría y distante que solía ser. Era raro, él siempre parecía un lago helado como si no tuviera emociones aunque conmigo era amable y tierno. Jamás olvidaré como nos conocimos.

FLASHBACK

Estaba escuchando música en un tocadiscos mientras bailaba. Esa fue la tazón por la cual no me fijé en las visitas del salón. Bailaba al ritmo de Frenesi- Artie Shaw & His Orchestra, cuando de repente irrumpe alguien en mi habitación. Era un chico de ojos castaños y pelo azabache, su rostro estaba salpicado de pecas y sus mejillas se volvieron de color carmesí cuando notó mi presencia.  Me acerqué a él, me presenté y él se limitaba a observarme con desconfianza. La verdad me causaba curiosidad  y deseaba que él accediera a ser mi amigo pues no tenía muchos. Él al final se presentó, resultó ser el hijo menor de la mejor amiga de mi madre Helen Pevensie. El chico se llamaba Edmund, como era muy largo le pregunté si le podía llamar Ed, él solo asintió con la cabeza. 

Desde entonces se mostró amable y así comenzó nuestra amistad. No paso desapercibido a mis ojos que solo era dulce conmigo, con sus hermanos era frío y distante.

FIN FLASHBACK

¡_____!¡_____!- me sobresalté al escuchar como me llamaban a gritos. Era Ed, me había quedado embobada recordando y no reaccionaba. Parpadee varias veces, eso hizo que Ed se relajara. Le aclaré que solo estaba perdida en mis pensamientos y le cogí la mano.

¿ Ahora hacía donde debemos seguir?- le pregunté, él tiene una brújula, fue el regalo de un pirata bastante simpático. Esta brújula te indica el camino según el deseo más profundo de tú corazón. Al principio era un problema porque las emociones la confundían pero ya está resuelto.

-Según esto debemos seguir recto. ¿ No prefieres descansar un rato? Llevamos horas caminando- Contestó. 

-Esta bien- dije.

Ed acumuló ramas y yo gracias a mis poderes hice una fogata en segundos. A veces sigo flipando cuando veo mis poderes actuar. Además para mí están fácil como respirar. Hice la fogata lo suficientemente duradera para que aguantara toda la noche. Ed y yo nos tumbamos cerca para sentir su calor pero a una distancia prudencial de no quemarnos. Ed había cambiado mucho desde que llegamos, ahora era bueno con todos y era el rey Justo. No hay nadie en Narnia más justo que él.

-Ed, Narnia causo tu metanoia, ¿ Te habías dado cuenta?- 

-¿Metanoia?¿ Qué es eso _____?- dijo algo confuso.

-Significa el proceso de transformación que cambia la forma de pensar, sentir, de ser o de vivir de alguien. Has cambiado para mejor desde que estamos aquí.-

-¿Sabes que eres muy inteligente verdad? Creo que tienes razón, Narnia y tú me habéis cambiado-Afirmo él mientras yo me sonrojaba. 

Sus palabras me emocionaron así que le besé. Fue un beso lento y tierno, quería que ese momento durara para siempre. Puede que sus sentimientos no sean verdaderos por lo que toca aprovechar mientras pueda. Quién sabe a lo mejor descubrimos que es cosa de mis poderes y nunca más vuelvo a besar eso cálidos labios. Cuando nos separamos hundo el rostro en su cuello para aspirar su maravilloso olor a pino , cortesía del jabón narniano.  Me separé de su cuello y me apoyé en su pecho. Ahora Ed es más alto que yo y me dice enana aunque solo sean unos centímetros. Comencé a ver las estrellas mientras él me acariciaba el pelo. Podía oír su respiración calmada y el latido de su corazón. Que me acaricie el pelo siempre me da sueño y caí dormida enseguida. 

Me desperté sobresaltada cuando oí un sonido de ramas siendo pisadas. Me levanté y empuñe mi preciada espada el cuervo. Entre los árboles conseguí distinguir una figura, me acerque lentamente y casi mato a Ed, pues era la la fuente de los sonidos.

-¡Ed! Qué susto me has dado creía que eras un bandido de los caminos- dije mientras intentaba calmar mis latidos.

Él me dedicó una mirada divertida y se disculpó- Perdón no quería despertarte-dijo.

-No importa- conteste a la vez que guardaba mi espada. Nos sentamos a desayunar las bayas del bosque, recogimos las provisiones y reemprendimos la caminata. Ed con su brújula guiaba mis pasos, cuando de repente nos topamos con una aldea. Esta aldea no aparecía en los mapas pues los había estudiado a conciencia antes de empezar el viaje y recordaba perfectamente que no había rastro de civilización en ellos. Ed me miró extrañado, le devolví la misma mirada y decidimos ir a investigar.

Empezamos a caminar hacía lo que parecía una plaza. Las habitantes nos miraban y susurraban, sobre todo señalaban mi espada. Ed también se percató de esto y endureció la mirada. A veces es muy sobreprotector, lo que me da mucha rabia, yo se cuidarme sola, gracias. Le dirigí una mirada de tranquilízate yo puedo y vi como relajaba sus facciones. Llegamos a un edificio bastante parecido a los ayuntamientos de nuestro mundo. Sus grandes puertas se abrieron y de ellas salió una mujer de expresión seria que se tornó en sorpresa cuando vio mi espada.






Bueno es es todo por ahora me encanta este capítulo no se porque pero lo amo. Espero que les guste y si no pues bueno a mi me gusta y soy feliz con ello. Que pasen un buen día 😊 

La hija de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora