T/N
Caminábamos con Annabeth hacia el comedor. Todo estaba tranquilo. Hasta que Annabeth abrió la boca.
"Estuve hablando con Percy..."
Maldije por lo bajo.
Ayer no había sido mi mejor día. Se suponía que Percy y yo pasaríamos una tarde tranquila en el cine pero lo único que obtuvimos fue un viaje urgente en taxi al campamento y, Percy, el número de una chica. Era tanta mi rabia ese día que no tuve ganas de hablar con nadie. Cuando Annabeth me preguntó por la salida solo le dije que no había salido como lo planeado.
Pero si ella había hablado con Percy, ya sabía toda la historia.
"Ahora entiendo porque estabas tan enojada." prosiguió Annabeth "Por esa chica, Rachel."
"No estaba enojada." repuse.
"Tienes razón, permíteme corregirme. Estabas celosa."
"¿Qué dices Ann? Estás loca." repuse moleta pero sin mirarla a los ojos porque en el fondo sabía que tenía razón.
Yo, T/n T/a, estaba celosa de Rachel no se qué.
Que infantil.
Annabeth suspiró.
"Mira, aunque no me des la razón, hazme caso y no ignores a Percy. El idiota ni siquiera se dio cuenta de que eso te hizo daño. Ya sabes lo distraído que es."
"Ahg, tienes razón. Me comporté como una estúpida."
"Claro que no. Es completamente normal que sientas esas cosas. Ya sabes, cosas de los enamorados."
Empujé levemente a Annabeth avergonzada. Ella se rió.
Cuando llegamos al comedor había mucho revuelo.
A las tres de la madrugada se había localizado un dragón etíope en la frontera del campamento. Los límites mágicos habían mantenido al monstruo a raya, pero éste siguió merodeando por las colinas intentando encontrar algún punto débil en nuestras defensas y no pareció dispuesto a marcharse hasta que Lee Fletcher, de la cabaña de Apolo, y dos de sus camaradas se pusieron a perseguirlo. Cuando el dragón tuvo una docena de flechas alojadas en las grietas de su armadura, captó el mensaje y se retiró.
"Debe de seguir ahí fuera." nos advirtió Lee durante los anuncios de la mañana "Tiene clavadas veinte flechas en el pellejo y lo único que hemos conseguido es enfurecerlo. Es de un color verde intenso y mide nueve metros. Sus ojos..." Se estremeció.
"Buen trabajo, Lee." dijo Quirón, dándole una palmada en el hombro "Que todo el mundo permanezca alerta, pero sin perder la calma. Esto ya ha sucedido otras veces."
"Así es." intervino Quintus desde la mesa principal "Y volverá a ocurrir. Cada vez con más frecuencia."
Hubo un murmullo general.
Todos habían oído los rumores: Luke y su ejército de monstruos planeaban invadir el campamento. Muchos de nosotros creíamos que el ataque se produciría aquel verano, pero nadie sabía cómo ni cuándo. Que el número de campistas fuera más bien bajo no ayudaba mucho. Sólo éramos unos ochenta. Tres años atrás, había más de cien. Y cuando yo había llegado eramos casi quinientos. Ahora, en cambio, unos habían muerto, otros se habían unido a Luke y algunos habían desaparecido.
"Un buen motivo para practicar nuevos ejercicios de guerra." prosiguió Quintus, con un brillo especial en los ojos "Esta noche veremos qué tal lo hacen."
Todavía no podía descifrar a Quintus. Desde que había llegado al campamento las cosas no andaban mal, pero tampoco bien. Es todo muy extraño. Él es extraño. Pensé que era un problema mio pero luego me enteré que Annabeth y Clarisse compartían mis preocupaciones y como nosotras debe haber muchos campistas que piensan lo mismo. Supongo que con todas las cosas malas que le han estado pasando al campamento últimamente se nos hace difícil confiar en las personas nuevas.
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ᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ: ʟᴀʙᴇʀɪɴᴛᴏ
Fanficᴘᴇʀᴄʏ ᴊᴀᴄᴋsᴏɴ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ Todo los personajes pertenecen a la saga Percy Jackson y los Dioses del Olimpo escrita por Rick Riordan, excepto por T/n Libros en esta saga: Percy Jackson: Ladrón Percy Jackson: Monstruos Percy Jackson: Maldición Percy Jacks...