Raichi había sido compañero de asiento de Isagi durante cuatro años, pero le bastó solo dos para enamorarse de él por completo.
Durante las primeras semanas ambos se mantenían en silencio en aquel pupitre doble que compartían. Isagi se comía la cabeza pensando en si debería decir algo o no, mientras que Raichi no parecía perturbado por la presencia del pelinegro. Las únicas conversaciones que habían tenido eran para prestarse algo o repetirse algún comentario de la maestra que no habrían sido capaces de escuchar.
Con el tiempo Isagi se fue acostumbrando al intimidante silencio del rubio. Y este, empezaba a desarrollar un interés por las cosas que Isagi hacía cuando no prestaba atención en clase: como dibujar ojos en su carpeta o hacer origami. Lo clasificó como un bicho raro.
En su segundo año, Raichi empezó a jugar fútbol en los recreos, cosa que impresionó a Isagi pues jamás lo había visto tan apasionado por algo. En un principio le pareció molesto que el rubio siempre diese ordenes mediante gritos, pero al ver que las cosas que gritaba servían para que su equipo ganara y cómo sus compañeros le agradecían por eso, sintió cierta admiración por él.
―Eres increíble jugando ―le confesó en una ocasión.
Raichi se giró a verlo con una expresión extraña, cosa que hizo re pensar a Isagi en si lo que había dicho sonaba raro.
―Oh, gracias ―murmuró el rubio.
Luego de esa interacción, se iban intercambiando elogios de vez en cuando. Raichi comenzó a entender la timidez de su compañero e interesarse por las cosas que hacía. Vio con quienes interactuaba, las cosas que lo hacían sonreír, el tipo de bromas que le gustaban. De alguna forma, todo dato que obtenía del pelinegro le hacía sentir un raro calor dentro suyo.
Un día, no pudo aguantar más y empezó a hablar sobre él con uno de sus amigos de la infancia: Kunigami Rensuke. Para cuando sus charlas con el pelinaranja se volvieron un hábito diario, Raichi había deducido que su interés por Isagi era amor.
Aquel verano, estuvo ansioso por el regreso a clases.
***
Para su cuarto año de secundaria, Kunigami tuvo que cambiar de escuela hacia la de Raichi. Estaba emocionado por ver a su amigo más tiempo del que ya podía, y por tener al fin la oportunidad de conocer al tal Isagi del que tanto había oído.
Por azares del destino, y sin saberlo, lo segundo ocurrió primero.
En su primer día, antes de la formación obligatoria de cada mañana, Kunigami se encontraba perdido en un rincón del patio. Miraba de un lado al otro tratando de ubicar al rubio, no sabía cuál era la fila para los de su curso y ningún profesor se hallaba cerca. Para su salvación, un chico pelinegro más bajo que él se acercó a hablarle.
―Ho-Hola. Eres nuevo aquí, ¿no? ―le habló con una sonrisa tímida.
―¿Qué me delató? ―trató de bromear para relajarse así mismo.
―Bueno, no conozco a todas las personas de esta escuela, pero estoy seguro de no haberte visto nunca. ¿En que grado estás?
―Cuarto.
―¡Ah, genial! Tengo un conocido que será tu compañero ―dijo mientras hacía un gesto con la mano para que lo siguiese.
Kunigami obedeció y fue detrás del chico hasta quedar frente a otro chico pelirosa.
―Este es Chigiri, llegó cuando estaba en tercero.
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Charlas con Reo || Blue Lock || Kunigami x Isagi
FanfictionAU SECUNDARIA || Donde luego de descubrir de quién gusta su amigo, Reo decide motivarlo a confesarse. Los personajes no me pertenecen. Los mismos son del manga/anime Blue Lock.