Talasofobia [Kemono Friends]

IV

Apenas habia desayunado, asi que estuve toda la mañana funcionando a base de mi propia fuerza de voluntad.

Incluso eso no fue suficiente como para mantenerme despierta por la mayoría de mis clases, durmiendo pequeñas microsiestas cada vez que mi determinación flaqueaba.

Hecho que no fue ignorado por fennec, la cual no paraba de sacudirme de vez en cuando, despertandome cuando algun profesor miraba en mi direccion.

Cuando finalmente sonó el timbre del receso, pensé seriamente en quedarme durmiendo sobre mi escritorio por un rato más.

Algo frío apoyado sobre mi cuello me hizo saltar en el lugar, despertándome de un brinco.

Miré con ojos entrecerrados a Fennec, quien sostenía una botella de agua en su mano.

-Buenos días dormilona~ -Dijo, su tono burlón.

-Ah, mi príncipe encantador.. -Murmuré, riéndome por lo bajo.

Una sonrisa se formó en el rostro de Fennec, lo que usualmente significaba que tenía más material para burlarse de alguien.

-Creo que te volviste fanatica. -Dijo, una sonrisa formándose en sus labios.

-¿Hmm? -Murmuré, intentando parecer lo más confundida posible, con medio cerebro apagado.

-Cada día vienes más cansada de "natacion" -Dijo, haciendo comillas con sus dedos.
-¿Tal vez nos estarás mintiendo...? -Añadío con una sonrisa presumida en su rostro.

-Fennec, no me hablo con nadie excepto ustedes dos. -Murmuré, haciendo un pequeño gesto hacia Mapache.

-Hmm...
-Te creo, pero mis instintos no.
-En fin, descansa, tal vez te dejen dormir en la escuela por la noche. -Añadío burlona, despidiéndose mientras se alejaban en pareja.

-Hmph. -Refunfuñé, mientras sacaba mi celular.

Tenía un mensaje de Megalodon, el cual recibí durante uno de mis pequeños "descansos de ojos"

No pude evitar sonreír un poco al abrirlo.

[Me encanta!]
[Esto de editar se
te da muy bien, Mizu]
[Pero...]
[Estuviste haciendo
esto a las cinco de la mañana?]
[Ahora me siento un poco mal...]

Rápidamente le respondí que no se preocupara, y que solamente había perdido la noción del tiempo, mientras juntaba mis cosas en tiempo récord y salía apurada del salón de clases.

Sus mensajes me habían dado la energía suficiente como para no dormirme de pie, pero no podía esperar a poder dormir el resto del día.

Apenas llegue a casa, me arrojé sobre mi cama y me dormí casi de inmediato, sin siquiera molestarme en quitarme el uniforme.

༺の༻

Me despertó el sonido de los mensajes entrantes de mi celular.

A regañadientes, prendí el celular y casi quedo ciega por el brillo de la pantalla.

[5:00 PM]

Había dormido casi seis horas, ouch.

[Oye, Mizu.]
[Quería decirtelo hoy
en la piscina, pero como veo que no viniste..]
[Te gustaría ir a cenar
conmigo hoy a las ocho?]

¿¡Eh?!
Sorprendida miré de vuelta al reloj en mi celular, dándome cuenta que había faltado a la clase de natación.

Paseándome internamente mi cerebro saltó al otro problema emocional.