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14»Un inofensivo secuestro

🦋Capítulo 14»

La mañana siguiente desperté en casa, en realidad, apenas había dormido. La ansiedad de tener a Jackson secuestrado y encerrado dentro de una camioneta de máxima seguridad robada, en medio del bosque, me preocupaba bastante.

Consideraba que estaba de más admitirlo porque era obvio de quién había sido la idea de robar la camioneta, pero si no estaba del todo claro, si; Stiles.

Pero, había encontrado un nuevo pasatiempo para matar el miedo y ansiedad de ser descubiertas nuestras actividades ilegales, hacer brazaletes de hilo. Así que, sí, casi toda la noche me la pasé haciendo brazaletes y practicando distintos diseños en todos los colores.

Lo más gracioso, o triste, era que ni siquiera tenía tantos amigos para regalarlos. Pero era un problema más para el montón, pronto vería que hacer con tantos.

Me di una rápida ducha, recordando que Scott iría a la preparatoria. No debíamos levantar sospechosas y estar ausentes los tres sería extraño, por lo tanto él se sacrificaría al ir a clases.

Me vesti, utilizando la camiseta que tome de la casa de Stiles la otra noche, sonriendo un poco al recordarlo, más aún cuando todavía conservaba su aroma el cual en definitiva era mi favorito. Me coloque una chaqueta de jean y shorts, los cuales apenas se veían. Medias largas para no morir de frío y unas cómodas botas negras.

Baje a la cocina sujetando mi cabello en una coleta. Debía preparar unos sandwiches para Jackson porque sabía que Stiles no pensaría en aquel detalle dónde debía alimentarlo.

Y para mí fortuna Aarón no estaba allí, lo supe en cuanto ví la nota en la puerta del refrigerador.

«Puedes usar el coche de mamá por hoy si Stiles no puede pasar por tí.. aún estás un poco castigada, pero no quiero que vayas a pie porque hace bastante frío hoy. Te quiero. Aarónman»

Sonreí, guardándola en mi bolsillo para luego dejarla en el cajoncito de madera junto a todas las demás.

Fueron diez minutos preparando tres sandwiches y tome las llaves del coche. Al subir me detuve por un momento, inhalando con profundidad porque aún estaba el aroma de su perfume dando vueltas.

Aún el perfume de mamá estaba impregnado en cada rincón de la casa, su habitación, ahora en el coche. Debo admitir que me considero masoquista, muchas veces, en las noches cuando no puedo dormír, entro al cuarto que mamá y Aarón compartían para robar una de sus prendas y dormir junto a su dulce olor. Pero ahora, en este momento, no esperaba que su aroma estuviera en el coche.

Creí que con el tiempo desvanecería, como poco a poco lo hacía con su ropa, pero contrario a eso, parecía intensificarse.

Limpie las lágrimas que salieron sin autorización, obligándome a encender el vehículo y dejar atrás todos los pensamientos que comenzaban a apretarme el corazón. Me conocía, sabía que si entraba allí ya no podría salir.

🦋🦋🦋

Aparque frente a la entrada de la reserva en el bosque luego de diez minutos en carretera, caminando en busca de Stiles, maldiciendo el haber destrozado mi celular en la piscina porque de lo contrario sería mucho más sencillo localizarlo.

Fue de pronto, casí cómo si mi cuerpo actuará por instinto cuando voltee a mis espaldas ante mis reflejos que alertaban con la presencia de algo, alguien, más.