2.1

3.9K 435 32
                                    

"¡Adivina qué!"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"¡Adivina qué!"

Hoy había algo diferente en la chica. Su entusiasmo era alarmante. Tanto que sorprendió a una adormilada y aburrida Becky que no había descansado mucho durante los días libres y que sentía la mañana cada vez más larga. Tal vez está sesión conseguiría recargar sus baterías. 

"¿Qué?" 

"Hablamos de nuevo." Era obvia su sonrisa mientras hablaba. "Pero hablamos de hablar. O sea; de conversar."

Becky se sintió contagiada por su emoción. "Gran progreso." 

"¡Lo sé! ¿Verdad?" Soltó una risilla. "Fue realmente dulce. Aún es una idiota, pero una linda idiota." 

La castaña río. Las cosas mejoraban. "¿Y qué harás ahora?" 

"La invitaré a salir."

Becky no sabía porqué sintió mariposas en el estómago. Tal vez porque se sentía de alguna manera parte de esa historia y se permitió emocionarse por esa chica. "¡¿Es en serio?!" 

"No como a una cita, dingus." Resopló. "Empezaré desde cero. Tengo que armar mi estrategia." 

Lo mejor era empezar de cero para llegar a cien. Así que sólo le deseó suerte. "Ve por ella tigre." 

"Oye tú

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Oye tú."

Becky sabía quién era sin necesidad de mirarla. Nadie más tenía esa ruidosa y molesta presencia. Hoy venía con la tolerancia a cero. Estaba cansada, estresada y lo último que necesitaba era a Freen jodiendo aún más con su estado de ánimo. 

"Dije, oye tú." 

Cerró los ojos y deseó que desapareciera y la dejara en paz. Y por supuesto que no lo hizo. Se quedó allí esperando. La realidad era que ella no era de la clase de personas que pudiera ignorar a otras y Freen no era alguien fácil de evitar de cualquier manera. 

Estiró su cuello hacia atrás para mirar hacia arriba.

"¿No comes?" 

La mayoría de sus compañeros ya se habían retirado a la cafetería y algunos pocos seguían a su alrededor tan sólo chismeando entre ellos. Usualmente la pelinegra desaparecía junto con la horda de estudiantes que iban a la cafetería para buscar a sus amigas y perder el tiempo. ¿Qué había cambiado esta vez?

𝙴𝚕 𝚐𝚞𝚊𝚛𝚍𝚒𝚊𝚗 𝚜𝚎𝚌𝚛𝚎𝚝𝚘 [𝙵𝚛𝚎𝚎𝚗𝙱𝚎𝚌𝚔𝚢]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora