S E I S

324 59 4
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
















La cabeza de Yoongi se sentía aturdida. Le dolía el cuerpo. Sus piernas y brazos se sentían como pesas de plomo, al igual que sus párpados. Era todo lo que podía hacer para abrir los ojos. La habitación era casi demasiado brillante, las paredes de un feo verde menta.

—Hey, estás despierto.

Yoongi volvió la cabeza para encontrar a Hoseok sentado a su lado, un vendaje alrededor de su brazo. Yoongi asintió hacia él. —¿Te duele mucho?

—Sólo un corte pequeño, en realidad —dijo Hoseok—. El Doc no tuvo que darme más que unos pocos puntos.

—¿Y Carson? —preguntó Yoongi, en referencia al otro agente que fue con ellos por la incautación de droga.

—Todavía está en cirugía. Se ve bastante mal, pero el doctor cree que lo logrará.

Hoseok señaló el vendaje alrededor del brazo de Yoongi—. Tú, en cambio, te libraste fácil.

Yoongi miró a su blanca herida envuelta. —¿Lo hice? ¿Entonces por qué diablos duele?

—No era bonita, Yoongi. Era una de la cabeza a los pies, por lo que en ese nivel tuviste suerte. El Doc dijo que no había fragmentos de bala. Vas a estar atado como un pavo de Acción de Gracias durante unas pocas semanas, luego estás libre para terapia física.

—Esto va a apestar totalmente —dijo Yoongi, cuando ponía la cabeza sobre la almohada detrás de él.

—Bueno, no ha sido precisamente un picnic para mí, ya sabes —dijo Hoseok—. Salimos de una simple redada de drogas y todo el infierno se desató. Llegué a la escena y te estaban cargando en la ambulancia y de camino aquí. Ni siquiera sabía hasta que llegué aquí si estabas vivo o muerto.

Hoseok se levantó de un salto y comenzó a caminar por la habitación. —Por si eso no fue suficientemente malo, Jimin se presentó abajo y le dio una pataleta por querer verte. Te juro que no sé lo que ese hombre piensa a veces.

—¿Jimin? —Eso llamó la atención de Yoongi. Rápidamente miró a Hoseok—. ¿Dónde está?

Hoseok se detuvo y miró por encima de Yoongi. —Lo envié a casa. ¿Por qué?

—¿A casa? —Por alguna razón, la palabra trajo temor al corazón de Yoongi.

Hoseok frunció el ceño. —Sí, tuve a dos agentes escoltándole de vuelta a su apartamento. Estaba prácticamente histérico. Tenía que hacer algo. Querían sacarnos a los dos fuera del hospital.

—¿Cómo puedes ser tan jodidamente estúpido? —gritó Yoongi cuando sacó las piernas por el lado de la cama y comenzó a tirar de la intravenosa de su brazo.

—¿Qué? —Volvió a gritar Hoseok—. ¿De qué demonios estás hablando?

—Acabas de entregar a Jimin de nuevo a Daesung en bandeja de plata —dijo Yoongi mientras saltaba de la cama y agarraba su ropa.

想象我完美¹ [ YoonMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora