CAPÍTULO 11: PUERZA E INOCENCIA

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Ya pasaron varias semanas desde que ocurrió lo de la cueva y la boda de Peach y Daisy estaba a la vuelta de la esquina. Había veces en las que Yoshi y Poochy visitaban a Mario y a Luigi por si necesitaban la compañía de alguien de confianza. Fue cierto que guardó bien aquel secreto. A pocos días de la boda Yoshi preguntó lo que se estaba temiendo.

Y: “¿Vais a hacerlo el día de la boda?”

M: Fue bastante repentino para ambos. “No era nuestra intención, pero Luigi no está tan preparado.” Aprovechando que Luigi estaba jugando con Poochy para revelarle a Yoshi las experiencias sexuales de su hermano menor. “Si ahora ha aprendido a tocarse él solo.”

Y: “Espera, ¿tu hermano nunca se había….?”

M: “Nunca. Es más, la noche que pasamos en la cabaña fue la primera vez que tuvo un orgasmo. No tiene tanta experiencia como yo.” Volvió a mirar a Luigi, echado en el suelo y riendo por las cosquillas que Poochy le daba al lamerle. “No me perdonaría a mí mismo si le dañase o le traumatizase.”

Y: “¿Pero tú tampoco lo has hecho?”

M: “No. Ambos hemos estado solteros desde la adolescencia.”

Y: “Oh, eso es bastante triste.” Entonces Yoshi sacó mágicamente una cajita. “Pero aun así espero que esto pueda seros de ayuda.” Le pasó a Mario la cajita y la examinó para darse cuenta de que era caja de condones.

M: “¡Guau Yoshi, no seas tan directo amigo!” Escondió la caja para que Luigi no la viera. “¿Cómo los has conseguido?”

Y: “Mejor no preguntes, simplemente quiero ayudar a mis mejores amigos. Y no te avergüences porque Luigi los vea, si de todos modos lo tendrá que hacer.”

M: “Gracias Yoshi.”

Por la noche, al terminar de cenar, Luigi se encontraba lavando la vajilla y Mario estaba fuera sacando la basura. En su camino hacia el cubo de la basura buscaba las palabras idóneas para decirle a Luigi sobre su idea de perder la virginidad el mismo día de la boda y sobre la caja de condones. Cuando entró en casa Luigi se encontraba sentado en el sofá (el mismo en el que “jugaron” la segunda vez) esperando a Mario para ver algo de televisión juntos. Aprovechando que Luigi estaba distraído con la tele fue la oportunidad de Mario.

M: “Luigi, ¿estás seguro de que quieres ir a la boda?”

L: Desvió su mirada de la tele a Mario. “¿Eh?, ¿por qué dices eso?”

M: “E- Este… porque…” Temblaba como un flan. “No quiero que estés celoso de Daisy. ¡Eso!”

L: “Lo mismo dijo para ti con respeto a Peach. Por lo cual tu tampoco irías.” Luigi notaba que Mario estaba mintiendo. “Ahora enserio, ¿por qué lo has preguntado?”

M: Miró de izquierda a derecha con rapidez, se levantó del sofá y salió corriendo a su habitación. “Buenas noches bro.”

L: “Mario…” 

A Luigi le llamó la atención una caja que se le había caído a Mario cuando huyó. La emoción de sorpresa inundó a Luigi cuando al recogerla descubrió que dentro había condones. Subió las escaleras y llamó a la puerta del cuarto de Mario.

L: “Bro, ¿estás despierto?”

M: “Por favor Luigi, ahora quiero estar solo.”

L: “Bueno, pero se te han caído los condones.”

M: Abrió avergonzado. “¡Luigi, dame eso!” Le quitó rápidamente la caja de las manos de Luigi. “¡Lo siento mucho bro, no debiste de ver eso!” 

L: “¿Por eso me preguntaste si quería ir a la boda?, ¿quieres dar el paso final que me dijiste?”

M: Se retiró las lágrimas de sus ojos y mejillas. “Si. Tú mismo lo has dicho.”

L: “Mario, si tú no quieres entonces yo…”

M: “No es por mí, es por ti.”

L: “¿Por mí?, ¿qué quieres decir?”

M: Suspiró. “Tengo miedo. Miedo de perderte.”

L: “Mario, no vas a perderme. No voy a morirme por…”

M: “No, no. No me refiero a eso. Tú eres lo más puro e inocente que tengo en mi vida, y tengo miedo de que si pierdes tu virginidad también pierda para siempre al Luigi con el que he crecido y vivido: alegre, cariñoso, divertido, valiente y sobretodo inocente” Las lágrimas volvieron a salir de sus ojos. “¡No quiero perder a mi hermano pequeño!” Fue directo hacía Luigi para abrazarle. “Lo siento bro, lo siento muchísimo.”

L: “L-lo entiendo.” Puso sus manos en su espalda y con la derecha le daba palmaditas. “Por favor no llores, que yo también lloraré. No vas a perderme, te lo juro.”

M: “Pero Luigi…”

L: “Tú tampoco cambiarás si dejas de ser virgen, y aunque no lo seamos siempre seremos nosotros, menos vírgenes.”

M: “Je, creo que ya sé quién de los dos heredó la inteligencia.” Dejaron de abrazarse.

L: “¿Te sientes mejor?”

M: “Si, mucho mejor. Gracias.”

L: “Oh, lo olvidé, hoy era la despedida de soltera de las chicas.” Luigi intuía que Mario tendría en mente otro de sus juegos privados.

M: “¿Quieres que tengamos nuestra propia despedida de virginidad bro?” Dijo mirando a Luigi con lujuria.

L: Obviamente a Luigi esa mirada le asustaba. “¿Q-qué tienes en mente… b-bro?”

M: “Podemos dormir desnudos y por la mañana nos damos un relajante baño. Quiero probar cómo es correrse en la bañera.” 


Bueno, creo que fue muy hermoso este capítulo también, no?

Este viernes subiré los últimos dos capítulos que por ahora tengo escritos. No os preocupéis, porque aún nos queda ver el gran final.

Nos vemos 💕

Juegos privados entre hermanos (Mario x Luigi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora