La alianza

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Esa noche él entró sin tocar la puerta, yo lo estaba esperando.

Definitivamente era un gran amante aunque me trataba como si fuese a quebrarme en sus manos.

La noche nos quedó corta y al amanecer, el sol nos encontró aún dándonos placer.

Sí, Jake sí que sabía cómo complacer a una mujer, sabía qué hacer y cuando hacerlo para llevarme a las estrellas una y otra vez sin descanso.

Habíamos estado así por horas, ninguno de los dos quería parar, necesitábamos saciar de una vez nuestro deseo mutuo. Pero un nuevo día había comenzado y había asuntos importantes que requerían de mi presencia.

– Jake, debemos deternos ahora. Me tengo que ir.
– Creí que era el hombre quién solía decir eso– dijo con una sonrisa juguetona.
– Pues en este momento no importa quien lo diga, solo debemos parar, ducharnos y ocuparnos de nuestros asuntos.
– Lya, ¿me estás invitando a ducharme contigo?
– En absoluto, tú debes marcharte de mi habitación antes de que alguien pueda verte.
– Está bien, lo haré. Disfruté mucho nuestro encuentro... ¿deberíamos repetirlo?
– Te lo haré saber después, ya vete. Recuerda que nadie puede saber que pasaste la noche conmigo o estarás en serios problemas.
– Tranquila, mi ama, estoy a tus servicios pero mi boca estará sellada no te preocupes. –Dijo mientras salía de mi habitación.

Me dirigí al baño, me metí en la tina y me relajé descansando así mi cuerpo después de una noche increíble.

Cuando bajé al comedor, mi abuela me estaba esperando para desayunar juntas como acostumbramos hacerlo diariamente.

Podía asumir lo intranquila que estaba, era claro que me quería decir algo.

– Abuela, ¿qué quieres decirme?– Interrumpí el incómodo silencio
– ¿Qué te hace creer que tengo algo que decirte, querida Lya?
– Abuela, sabes que odio los rodeos, vayamos directo al punto ¿qué te tiene así de nerviosa?
– Creo que necesitamos una boda.
– ¿Una boda? ¿de quién? ¿a qué te refieres? explícame porque no comprendo.
– Los ánimos están terribles desde que murió tu padre, querida Lya... Creo que has notado que la familia Shao no nos ha atacado, de hecho han ofrecido a sus hombres para nuestra protección...
– ¿Y? ¿qué pasa con eso?
– Creo que debemos reforzar nuestras fuerzas uniendonos a la familia Shao, es justo lo que necesitamos en este momento.
– Abuela, creí que guardarias luto por el abuelo por el resto de tu vida... realmente jamás pensé que te casarías con la cabeza del clan Shao.
– ¿De qué estás hablando Lya Nol? No seré yo la novia de la familia Shao.
– Abuela dime... por favor dime que estoy comprendiendo mal... acaso tú... ¿planeas casarme con el viejo Shao? ¿Perdiste la cabeza?... Mi padre debe estar revolcándose en su tumba, el señor Shao tiene casi tu edad...
– Debería darte un premio de actuación por el drama que acabas de hacer... claro que nunca te casaría con el señor Shao.
– Entonces... no comprendo abuela, por favor explícate, no te volveré a interrumpir hasta que hayas terminado
– El señor Shao ya no es la cabeza de su familia, él ha dejado su lugar a su primogénito, el joven Lee Shao, he oído hablar mucho de él, es inteligente y según oí también despiadado con sus enemigos... creo que sería muy bueno tenerlo de nuestra parte
– Entonces, ¿debería yo casarme con Lee Shao? aunque no lo haya visto ni una vez en mi vida... ¿y si él no está de acuerdo?
– La familia Shao nunca rechazaría una alianza con la familia Nol, querida Lya... esta unión es muy conveniente para las dos partes en cuestión,  debes considerar la situación con la mente abierta...
– Abuela, lo haré– dije firmemente mirándola a los ojos.
– Hablaré con la familia Shao hoy mismo. Sabes que es lo correcto Lya Nol, tu padre te ha enseñado bien.
Aún así no debes preocuparte, esperaremos un tiempo prudente para celebrar la boda, aún no termina nuestro luto... podrán conocerse antes de dar el sí.
– Confío en tí abuela, si crees que una boda que nos una a la familia Shao es lo que necesitamos para fortalecer nuestras fuerzas, lo haré.
– Iré a hablar con el señor Shao. Adiós querida.– dijo soltando mis manos y dirigiéndose a la puerta.

¿Cómo se supone que me casaré con Lee Shao si ni siquiera conozco su rostro? me pregunté en mi mente.
Como sea, ya había aceptado... aunque aún podría librarme de este compromiso si el tal Lee Shao se negaba, incluso así mi abuela no podría culparme ya que acepté desde un principio... pero si él se niega, sería un verdadero alivio.

Nunca creí que me casaría, en realidad una vez lo hice... soñaba casarme con Song Miu, pero no era más que una adolescente ilusionada con su primer amor.
De pronto mis pensamientos fueron interrumpidos por alguien que tocaba la puerta de mi oficina.

– Adelante, puede pasar.
– Señorita Nol, traigo inquietantes noticias sobre el clan Bo.
– ¿Volvieron a atacar?
– No, pero intentaron ingresar en nuestro almacén de armas.
– ¿Cómo sucedió eso? Creí que la ubicación era secreta, que sólo algunos de nuestros hombres la conocían.
– Así es, pero ellos lograron llegar ahí, a través de uno de nuestros hombres.
– ¿Nos ha traicionado? ¿quién fue?
– No señorita Nol, lo han torturado hasta que les dió la dirección... es el joven Hyeong Hank.
– Se atrevieron a torturar a uno de mis hombres, pagarán caro por eso. Escúchame bien Hiuk Mu, enviaras a todos los hombres que sean necesarios, pero quiero que les hagas pagar.
– Lo haré como usted quiera, señorita Nol, con su permiso me retiro a reunir a nuestros hombres, dejaré aquí al menos a seis guardias, no se preocupe.
– No es necesario, mi abuela se llevó a unos cuatro con ella a casa de la familia Shao, supongo que deberían regresar pronto, así que deja solo 2 aquí... deja a Jake Nabim y Mon Su.
– Como usted ordene señorita Nol.
– Hiuk Mu, antes de que te vayas, ¿quien ordenó el ataque a nuestro hombre? sé que me dijiste que fue el clan Bo, pero cuál de ellos lo ordenó, ¿lo sabemos?
– Sí, fue el joven Suho Bo señorita Nol.
– Quiero que lo traigas frente a mí, no lo lastimen, sólo hagan lo necesario para que llegue hasta mí.

Reina de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora