Mi querido Suho Bo

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–Señorita Nol, lo encontramos.
– Bien, que lo traigan aquí ahora mismo.
– Haré que se cumplan sus indicaciones.

Querido Suho Bo, ¿en qué estabas pensando? ¿acaso te has vuelto loco? o será que creíste que no sería capaz de hacerte daño, solo por los viejos tiempos... eres un idiota... si te dejara ir, perdería autoridad frente a mis hombres y a mis enemigos... ¿qué se supone que haré contigo?

–Señorita Nol, ya está aquí.
–Bien, déjenme a solas con él.
– ¿Está segura de qué es una buena idea?
– ¿Crees tener autoridad para cuestionar mis decisiones? este pobre infeliz, no irá a ningún lugar ni se atrevería a intentar nada estando solo aquí y sabiendo que estoy rodeada de guardias. Vete
–Disculpe señorita Nol, no fue mi intención cuestionarla. Lamento haberla ofendido, me retiro.

– Te has vuelto fría con el tiempo, cariño– me dijo caminando hacia mí.
– ¿Y qué hay de tí, niño bonito? ¿Qué te hizo pensar que saldrías ileso luego de meterte con uno de los míos?
– No perdía nada con intentarlo, hace tiempo que no nos vemos querida Lya Nol, ¿no me vas a saludar? Entonces así es como tratas a tu antiguo prometido...
– Eso pasó hace ya tres años, supéralo de una vez Suho Bo... dime de una maldita vez y sin rodeos ¿qué estás buscando?
– Cariño, no es tan fácil superar que me abandones tan de repente, sabes... hubiera puesto el mundo a tus pies, si me lo hubieses pedido, pero tú simplemente decidiste que no me querías y te escondiste tras el poder de tu padre.
– Debes entender que en ese momento no era más que una chiquilla consentida y asustada... la idea de dejar la vida que acostumbraba por un matrimonio sin amor, no me atraía en absoluto.
– ¿Sin amor? Yo sí te amaba, perdidamente y bien lo sabes... todos lo saben porque fueron testigos de como me humillaste al romper el compromiso semanas antes de la boda.
– Se supone que debía seguir adelante entonces... y tal vez ¿abandonarte en el altar? o decirle al padre, no acepto... Jamás puse en dudas tu amor Suho Bo, estoy segura de que me has amado inmensamente, pero no eras lo que necesitaba en ese momento.
– ¿Y ahora, lo soy? debes considerar una unión conmigo, traería grandes beneficios a tu familia, mi familia es muy poderosa y lo sabes, ¿no sería estupendo que terminemos esta enemistad, de la misma forma que comenzó? con un compromiso y una boda...
– Es demasiado tarde para considerarlo una opción, pronto será anunciado mi compromiso...
– ¿Compromiso? ¿Después de todo este tiempo por fin encontraste a tu amado Song Miu? si no recuerdo mal, fue por él que me abandonaste, rompiendo nuestro compromiso y creando enemistad entre nuestros padres...
–No fue así y lo sabes... no tiene que ver con Song Miu, mi compromiso fue pensado para aumentar nuestro poder, aliando nuestra familia con la familia Shao.
– No... no me digas... ¿serás la esposa de Lee Shao? ese despiadado y sucio hombre jamás podría hacerte felíz, no será capaz de amarte...
– No es un matrimonio por amor querido Suho. Es una obligación de parte de ambos para unir las fuerzas de ambas familias.
– Cariño, aún estás a tiempo... te arrepentirás si esa boda se lleva a cabo... ¿no serías más feliz siendo mi esposa? recuerdo que tenías planes increíbles para el futuro, conoceríamos muchos países en nuestros primeros años de casados, luego tal vez formariamos nuestra propia familia...
–Lo recuerdo, pero debes comprender tanto Lee Shao como tú, mi corazón no les pertenece a ninguno. Así que no es diferente ser su esposa que la tuya.

Él se acercó a mí, pasó su brazo por detrás de mi cuello, me atrajo hacia él y me besó como tantas veces lo había hecho en el pasado.
Marcando territorio, con un beso salvajemente apasionado, desesperado y largo.
No me resistí en absoluto, me entregué al éxtasis de ese beso lleno de deseo y resentimiento.

–Te amo Lya Nol, te he amado desde que nos conocimos... sé mi esposa.
– No puedo, Suho por favor, entiende...
–¿Me darías si quiera una oportunidad de besarte una vez más?– Él no me dió tiempo a responder.

Simplemente me sentó sobre mi escritorio, se colocó entre mis piernas y comenzó a besarme una y otra vez.
Me perdí en sus besos, recordando todas esas veces que este niño bonito me había protegido incluso poniendo en riesgo su propia vida.
Recordando que definitivamente su amor siempre fue mío.

La intensidad de sus besos me estaba volviendo loca, también podía notar que él se estaba muriendo de deseo.

–Déjame hacerte el amor– suplicó entre gemidos.
–Hazlo– llegué a murmurar antes que volviera a besarme.

Y lo hizo, y por dios ese hombre era insaciable e impredecible, mientras todo el mundo estaba afuera esperando saber cuál sería su castigo por herir a uno de los nuestros, estábamos completamente inmersos en nuestra propia guerra, una guerra de cuerpos que se habían añorado por varios años, extrañado la sensación de saciarse mutuamente.

Casi dos horas después y sin aliento nos separamos.
–No, no puedes negar que me has extrañado cariño, todo tu cuerpo me lo ha demostrado.
–Creo que no debes malinterpretar lo que ocurrió, tómalo simplemente como nuestra despedida, mi niño bonito... pronto seré la esposa de otro hombre, muy poderoso y por lo que me han dicho también es demasiado cruel así que es mejor que no llames su atención, así no te convertirás en el blanco de su ira.

–Estoy dispuesto a correr el riesgo por tí, cariño. Pero si es tu voluntad, la cumpliré.
–Escucha, respecto a lo que le hiciste a mi hombre, comprenderás que no puedo dejarte ir así sin más... mientras estabas aquí conmigo, hace un momento di la orden de incendiar el depósito que tu familia tiene en la ciudad. Aunque no soy tonta y sé que seguramente no había demasiado ahí dentro, porque claramente tienen depósitos en varias ciudades.
– Te has vuelto fría en ese tiempo cariño, me sorprendió realmente tu venganza, pero no me quejaré, ha valido cada perdida por volver a tenerte en mis brazos.
–No lo vuelvas a mencionar, este será nuestro adiós, niño bonito... espero que no vuelvas a entrometerme en mis asuntos...
–Creeme mi amor, ya no me interesa ser tu enemigo, aunque no pueda confiar en tí, no volveré a meterme contigo, debes saber también que si el imbécil de Lee Shao se atreve a lastimarte, puedes contar con mi apoyo, le haré pagar...
–Sabes bien que es muy difícil lastimarme, pero agradezco tu incondicional protección entonces. Cuídate mucho, mi querido Suho Bo.

Reina de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora