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~S, N
1:00 pm

Era un lunes 14 de agosto por la tarde

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Era un lunes 14 de agosto por la tarde. Algunos colegios ya habían cerrado sus puertas dando señal del fin del primer día de clases, otros daban salida al primer turno del día y daban paso al segundo, el cual estaba a pocos segundos de empezar; pero, como en todos los años, debe haber unos cuantos estudiantes que ni el primer día se dignan a llegar temprano.

¡Corre qué se nos hace tarde, pelotudo!

¡¿Hago lo que puedo, sí?! ¡Ni qué tuviera cuatro piernas, cabrón!— gritaba con cansancio un azabache de chamarra azul, estando a unos cuantos metros de distancia de su amigo castaño.

¡¿Y quién te manda a dormirte tan tarde?!— ambos "conversaban" mientras corrían, sin embargo, el castaño tenía una mejor resistencia física y velocidad que el azabache; por lo que, con la motivación de ya poder observar el colegio, el primero corría a toda velocidad sin cansancio siendo seguido por el último, él también corría rápidamente pero quedándose prácticamente sin oxígeno en los pulmones.

¡Y-yo!... Un segundo— dijo mientras trataba de recuperar el aliento— ...No te dije que te quedaras a esperarme ¿cierto?— mencionó, reincorporándose al lado de su amigo.

Eso es cierto, pero yo sí soy un buen amigo, a diferencia de otros— el castaño y el azabache procedieron a entrar a aquella gran institución rumbo a su primer día siendo alumnos de último año de preparatoria.

¿Otros? ¿Te refieres a mi?

JAJAJA, estás bien pendejo Natalan el azabache levantó una ceja con duda mientras sonreía.

Lo que pasa es que entre pendejos solo tenemos dos opciones. O nos entendemos, o nos confundimos más de lo que ya estábamos— dijo mientras se adelantaba a abrir la puerta del salón de su primera clase y buscarse el lugar más malditamente escondido donde pudiera dormir o comer durante la clase sin miedo.

Y claro, apartarle un lugar a Soarinng al lado de él.

¡Espérame imbécil!

¿Soarinng?— el mencionado dirigió su mirada hacia la persona que lo había llamado.

Ay, ¡Aquino!— rapidamente, Soarinng se acercó a abrazar y saludar a su viejo amigo, quien había decidió sentarse en medio de todo el salón— ¿Qué haces aquí sólo? ¿No vinieron los demás? preguntó Soarinng mientras se sentaba a un lado de Aquino.

O Sol E a Lua || NatarinngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora