O Sol E a Lua || Natarinng

O9

S, N~
2:40 pm

Los trabajos en equipo no eran los favoritos de Soarinng, había tenido tantas experiencias terribles cuando tenía este tipo de trabajos que hasta con traumas había quedado, pero lo cierto es que, cuando se trataba de Natalan, realmente le importa poco si se distraían o no terminaban todo en un día.

Además, Soarinng apartó un pequeño momento en el que quería hablar con Natalan para aclarar esos cambios tan raros de actitud que tenía últimamente.

- ¡¿Ya son las dos cuarenta?!- dijo mientras miraba el reloj de su sala- ¿Donde estará ese hijo de su madre? ¡Claramente le dije que a las dos y media en mi casa!- rechistó para sí mismo; sin embargo y casi como si hubiera sido una invocación, el timbre de la casa sonó- ¡Al fin!- Soarinng se levantó de su sillón para caminar hasta la puerta y abrirla, asegurándose primero de asomarse por la ventana de al lado y confirmar que era la visita qué esperaba- ¡Nat!- dijo el castaño mientras se avalanzaba a los brazos del azabache.

Su molestia se había disipado en cuanto vió a su visita.

- Hola Soa- contestó mientras le regresaba el abrazo al castaño.

- Entra, hay que avanzar el trabajo de una antes de que nos empezamos a distraer con todo lo que se nos ponga en frente- Soarinng dejó qué Natalan pasara para finalmente cerrar la puerta- Además, necesito que hablemos de algo- Natalan se tensó con aquello, creía saber que era lo que iban a hablar, pero tenía que relajarse si no quería decir cosas que no debía.

- Bien...- ambos entraron al comedor de la casa y procedieron a sacar y colocar todas sus cosas en la mesa de aquella habitación.

Admiraron un momento todo lo que tenían para saber por donde empezar.

- Empezemos cuanto antes, no quiero estar toda la tarde haciendo tarea- Soarinng se sentó rápidamente en la mesa dispuesto a trabajar tan pronto como fuera posible.

- Aguanta, voy a poner unas rolitas- dijo mientras ponía una playlist desde su celular y la vinculaba a una pequeña bocina qué tenía el castaño- Listo- regresó a la mesa a sentarse frente a Soarinng.

- ¿La noche más linda del mundo?- preguntó, refiriéndose a la canción que empezó a sonar.

- Clarooo, es un rolón- ambos se miraron a los ojos- Es mi canción-

- Desde hoy que sea nuestra canción- agregó.

- Me parece perfecto- sonrió cálidamente.

Sin esperar más, ambos se pusieron manos a la obra con su trabajo.

No era algo tan difícil, solo tenían que investigar ciertos puntos específicos de su tema, algunos ejemplos y después resumir esa investigación en un pequeño cartel con imágenes y muchas cosas que a estas alturas podían ser muy anticuadas.