Un silencio sin tí
Thailor
Hoy era uno de esos días en donde sentía una presión enorme encima de mí, y el no encontrar los motivos me agotaba por muy difícil que sean mis días últimamente.
Sentí la necesidad de saber de Adler que literalmente ya hace unos días que no se nada de él, tal vez tuvo algún inconveniente y tuvo que viajar como mayormente lo suele hacer su familia.
Ya empezaba a extrañar su ausencia y sus berrinches de no querer hacer algo cuando se muere por hacerlas.
Hoy sinceramente no era mi día.
A veces llego a sobre pensar mucho, de lo bueno hasta lo más malo... Y sabía que era normal, porque no siempre iba a estar bien... Pero esta vez estaba tan refundido en recuerdos que me quebraban muy dentro.
Era un día fresco y silencioso, triste y lluvioso.
Era un día perdido pero en un hogar.
No fue hasta cuando papá se acercó a mí y tomó asiento en uno de los muebles en donde me encontraba recostado, su rostro me mostraba una preocupación algo silenciosa hasta cuando el empezó hablar...
-¡Thailor! -papá afirmó con el semblante sereno.
-¡Sí! - afirmé con una intriga pesada.
-Me llamaron los papás de Adler -papá indica- ha ocurrido algo que debes saber.
Mi imaginación colapsó, mientras mi cuerpo estaba siendo controlado por mi cabeza, sabia que no iba a ser una respuesta buena, y entre todo ese suspenso mi mente solo pensó en el.
Sabía que no iba a recibir una respuesta favorable.
-Adler -hablo en un sollozo lento.
-El se encuentra hospitalizado -papá indicó lentamente, acercándose más a mí dándome seguridad ante lo que me estaba diciendo.
Él lo había hecho, se destruyó.
Sabíamos que una persona por muy fuerte que aparente ser siempre es capáz de caerse y no levantarse, somos frágiles; nos destruimos fácilmente, con un solo soplo, con una sola palabra mal dicha...
Y ahí estaba yo que solo respiraba profundamente mientras mis ojos estaban sumergidos de lágrimas viendo aquel ventanón sin vista alguna.
-Él intentó suicidarse con sus pastillas de dormir -papá indicó cuidadosamente tratando de explicarme las cosas -él está en coma, sus papás indican que no ha respondido ante los tratamientos hasta hoy.
No pude evitar gritar fuerte y maldecir una y otra vez.
Sabía que iba a pasar... pero también sabía que podía evitarlo y no lo hice.
Tan solo queria que todo esto fuera mentira, que me regresarán a él en aquellos días.
Quería regresar en donde inició todo desde un principio.
Yo solo quiero estar con él.
-¿En qué hospital está? - fue lo único que pude decirle a papá, para que escuchar más detalles, no tenía las ganas ni las fuerzas de escuchar aquello que estaba pasando... Yo solo pensaba.
-Solo quiero verlo.
-Está en el hospital general -cuestiona papá -yo te llevaré, saldremos en el auto.
Pero quiero que te tranquilices un poco -él indica- te dejaré solo unos minutos.
Papá se había retirado y estaba yo en ese lugar, perdido.
Sin saber que hacer ni donde huir.
Sin saber dónde esconderme y no ser encontrado.
-Pusiste mi mundo de cabezas Adler.°°°
Era una hermosa habitación, estaba llena de cuadros de pinturas con flores frescas... pero excepto unas que estaban en un jarrón transparente en la esquina de la camilla donde se encontraba él...
Aquellas flores estaban marchitas, estaban perdidas como su cuerpo blanco y frío, el estaba lejos y yo sin él.
Era como un papel, blanco y sin color.
Con miles de aparatos encima de él.
Con muchas máquinas enganchadas a su cuerpo.
Él estaba lejos y perdido.
Él estaba donde se suponía que quería estar.-Chico listo -indiqué perdido -mi chico listo.
Estaba sentado a un lado de su camilla en un mueble algo cómodo... mientras sostenía sus manos y sin dejar de ver sus ojos cerrados queriendo verlos brillar por una última vez, y tal vez no eran tan alucinantes pero para mí eran una galaxia, era fantástico perderse en esa mirada ,de sus ojos verdes.
-Es hora de que regreses.
-Yo estoy aquí ahora.
-No me iré.
No podía dejar de llorar silenciosamente, no podía dejar de alucinar y verlo a él sonreír.
Y aunque suene tonto, me sentía tan enamorado de él a pesar de conocernos hace muy poco y a pesar de muchas diferencias.
Me culpaba tanto porque se que es difícil estar en ese lugar.
Cuando tenía 10 años mamá me había abandonado, y recuerdo que lloraba como un niño sin su teta pidiendo de rodillas que no me dejara, pero lo hizo, y me destruyó tanto que terminaba en las calles con vicios oscuros y personas oscuras.
Recuerdo que un día terminé en un hospital, había ingerido demasiada droga que me sobrepase y no pude hacer nada más que caer.
Cómo también se que papá estuvo ahí para ayudarme a levantar, a crecer y mejorar.
Y lo hice, y si tengo que agradecer en esta vida es a papá, que hizo todo para que yo tuviera lo que tengo.
-Adler -repito
-¿Yo te gustaba?
-o mierda, porque preguntar algo ahora cuando se que no me responderás y que probablemente no te gustará.
-Oye!, quiero que despiertes -empiezo a llorar sin control alguno- oye dijiste que iríamos a la biblioteca juntos y ver esa película de la cuál tanto me habías hablado que quieres que se estrene pronto.
-Adler!
Mi vida sonaba como esas musicas tristes que existen como para encerrarte en el baño con la duña abierta y gritar desesperadamente de lo difícil y trágica que puede ser Ia vida a veces."Una persona antes de marcharse siempre mostrará señales que no fueron entendidas
ESTÁS LEYENDO
El monstruo del ARMARIO♧
Teen FictionEsta historia es para todos aquellos que han sentido un extraño dolor que les mata sin ser heridos, ese dolor inmenso que les impide hasta el poder respirar. Este es el caso de Adler Ivor un joven que ha vivido sumergido en su propio dolor creando e...