Al filo de la red

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Han pasado varios meses desde la llegada de Peridot a la playa y las cosas han cambiado mucho. Lapis y Peridot han establecido una rutina juntas y aunque no comparten mucho en común, se han adaptado bien a su nueva vida. Cada mañana, se sentaban en la terraza a desayunar y hablaban sobre sus antiguas vidas. El trabajo de Peridot sigue siendo el mismo, pero Lapis siempre se queja de lo aburrido que era su trabajo en la oficina. El sol brillante y el suave sonido de las olas del mar los acompañan cada día. Aunque no comparten muchos intereses en común, han encontrado una manera de disfrutar de su tiempo juntas.

La ciudad en la que viven es bulliciosa, pero hoy es un día especial. Es la temporada de verano y hay un concurso de voleibol en la playa. Lapis y Peridot están muy emocionadas por participar en el concurso y están haciendo todo lo posible para prepararse para el gran día. Peridot está especialmente emocionada y no puede dejar de hablar de ello.

"¡No puedo esperar más para jugar!" exclama Peridot mientras se come un plato de frutas.

"Bueno, tienes que esperar un poco más. Todavía no es el día del concurso" responde Lapis con voz baja y un poco pesimista.

"Lo sé, lo sé, pero es que estoy muy emocionada. Será genial jugar juntas y demostrar lo buenas que somos."

Las chicas terminan de desayunar y se dirigen a la playa. El ambiente está lleno de vida, con el sonido de las olas rompiendo en la orilla y la brisa marina en el aire. Hay muchos equipos compitiendo en el concurso, y Lapis y Peridot se inscriben en el último minuto. Están un poco nerviosas por la competición, pero se sienten seguras de que pueden ganar.

La ciudad estaba llena de gente y el ambiente era bullicioso. Los olores de la brisa marítima y los sonidos del mar y de la gente se mezclaban en el aire.

Peridot estaba muy emocionada por el concurso de voleibol y no podía dejar de hablar de él. "¡Vamos a ganar este concurso!", decía mientras saltaba de emoción. Lapis, en cambio, parecía un poco tímida y pesimista. "No sé, Peridot. Nunca he sido buena en deportes. ¿Realmente podemos ganar?"

"¿Qué tienes que perder?", dijo Peridot. "Podemos intentarlo y si no funciona, al menos habremos intentado algo nuevo."

Lapis asintió con una sonrisa, dejando que Peridot la arrastrara hacia la multitud de personas en la playa que jugaban voleibol. Fueron a la mesase apuntesy apuntaron sus nombres para participar. 

"Chicas, necesitais un nombre para el equipo" dijo la chica que estaba en la mesa. Peridot se quedó pensativa. No se habían percatado de eso.  De pronto Lapis gritó: "LAPIDOT". Lapis se tapó la boca rápido llena de vergüenza."Qué buena idea, ¡es la fusión de nuestros nombres!" Y así lo pusieron en el papel. 

Al día siguiente el ambiente era alegre y festivo. Había música en el aire y un aroma a sal del mar. La gente estaba animada y emocionada por el concurso de voleibol que se estaba celebrando.

Peridot y Lapis se unieron  y comenzaron a jugar. Al principio, Lapis se sintió incómoda y torpe, pero Peridot la animó y le enseñó algunos trucos para mejorar su juego. Juntas, comenzaron a jugar mejor y se divirtieron mucho.

El primer partido es contra un equipo bastante bueno, pero Lapis y Peridot juegan muy bien juntas. A pesar de algunos errores, logran ganar el partido. Después del partido, están felices y emocionadas por haber ganado. Peridot no puede dejar de hablar sobre cómo se sintió al jugar y Lapis se siente agradecida por tener a Peridot como compañera.

De pronto vieron contra quien les tocaba jugar. Era una chica muy musculosa y parecía muy competitiva. Se llamaba Amatista. Todo el mundo a su alrededor cuchicheaba sobreella. "Dicen que ha ganado a todos en la clasificatoria".

Peridot estaba nerviosa al ver a Amatista jugar. "¿Qué pasa si perdemos contra ella?", susurró a Lapis. "No seas negativa", respondió Lapis con voz tranquila. "Solo hazlo lo mejor que puedas".

Lapis y Peridot se prepararon para el desafío, poniéndose sus trajes de baño y ajustando sus gafas de sol mientras caminaban hacia la playa. El sol estaba brillando y el sonido de las olas del mar era reconfortante. Llegaron al lugar de la competencia, donde ya se encontraba Amatista junto a su equipo, unas chicas muy experimentadas.

Peridot estaba nerviosa pero emocionada por la competencia. "¡Oh, esto va a ser tan divertido!", dijo mientras saltaba de un lado a otro. Lapis estaba más tranquila, aunque se le notaba que también estaba un poco ansiosa. "Espero que podamos hacerlo bien", susurró.

Cuando empezó el partido, Lapis y Peridot estaban un poco inseguras al principio, pero rápidamente se pusieron en marcha. Amatista y su equipo eran fuertes, y el partido fue muy reñido. Lapis y Peridot se movían de un lado a otro, tratando de mantener la pelota en el aire. Peridot gritaba y animaba a Lapis, mientras esta se concentraba en el juego.

Finalmente, después de una larga batalla, Lapis logró dar un golpe final que dejó a Amatista fuera de juego y les dio la victoria. Lapis y Peridot saltaron de alegría y se abrazaron, sintiendo la emoción de la competencia.

"¡Lo hicimos, lo hicimos!", exclamó Peridot, saltando de alegría. "¡Somos increíbles!"

Lapis sonrió y asintió. "Fue una gran victoria", dijo. Mientras Peridot la abrazaba sintio algo en el estómago. Se sonrojó sin darse cuenta.

Amatista se acercó a ellas, con una sonrisa en el rostro. "¡Felicidades chicas, fue un gran partido!", dijo. "De verdad que son muy buenas".

Lapis y Peridot se sorprendieron de que Amatista fuera tan amable después de haber competido. "Gracias", respondió Lapis. "Tú también lo hiciste muy bien".

"¿Quieren intercambiar números de teléfono?", preguntó Amatista, extendiendo su teléfono. "Podemos hacer equipo en la próxima competencia".

Lapis y Peridot intercambiaron sonrisas. "¡Sí, claro!", dijeron al unísono, mientras ingresaban sus números en el teléfono de Amatista.

Después del partido, Lapis y Peridot se sentaron en la playa, sintiendo la brisa del mar y la emoción de su victoria. "Fue un gran partido", dijo Lapis, sonriendo.

"Sí, fue genial", respondió Peridot. "¡Nosotras podemos hacer cualquier cosa si trabajamos juntas!"

Lapis asintió. "Sí, creo que tenemos una buena dinámica como equipo", dijo. "¡Quizás deberíamos considerar hacer más cosas juntas en el futuro!"

Peridot sonrió. "¡Me encantaría eso!", dijo. "¡Y quién sabe qué más podemos hacer si trabajamos juntas! ¡Podríamos hacer cualquier cosa!"

Más tarde, mientras caminaban por la playa, Peridot estaba eufórica por su victoria en el concurso de voleibol y su nueva amistad con Amatista. "¿Viste eso, Lapis? ¡Podemos hacer cualquier cosa si trabajamos juntas!"

Lapis sonrió. "Sí, creo que tienes razón. Tal vez el voleibol no esté tan mal. La verdad es que me lo he pasado muy bien".

Se detuvieron a ver la puesta de sol y disfrutaron del hermoso paisaje mientras conversaban sobre el día. "Este ha sido uno de los mejores días que he tenido en mucho tiempo", dijo Lapis con una sonrisa.

Mientras caminan de vuelta a casa, Lapis agarra la mano de Peridot y le sonríe. "Gracias por ser mi amiga, Peri. No sé qué haría sin ti".

Peridot se siente sonrojada por la emoción y le devuelve el gesto. "Gracias por estar ahí para mí, Lapis. Eres una gran amiga".

Con la puesta de sol de fondo, las dos caminan juntas hacia su hogar en la playa, emocionadas por lo que les deparará el futuro y felices de tener la compañía una de la otra.

Ambas se rieron y disfrutaron de la sensación de la arena cálida en sus pies. Había muchas aventuras más por delante, pero por ahora, estaban contentas de estar juntas y de haber encontrado una nueva amiga en Amatista.





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