Capitán América Civil War: New Recruits

Un Gran Poder Conlleva Una Gran Responsabilidad.

No he dormido nada en toda la noche, y eso se ve en las pedazos de ojeras que tengo. Me las estoy viendo en el espejo mientras me aseo y son horribles. Intento disimularlas con un poco del maquillaje de mi tía.

No soy de usar mucho maquillaje (por no decir que básicamente no lo uso) pero tengo que disimular estas ojeras rápido.

Mi estado de ánimo sigue por los suelos y no hago nada más que dar vueltas a lo de anoche, a lo que casi hago. ¿De verdad iba a quitar una vida por venganza? Sí, sí que iba... Y me hubiera convertido en un monstruo.

No soy así.

Soy lo contrario a eso.

Soy aquello que lucha contra esa clase de personas.

Ahora lo tengo más claro que nunca.

Parece que más menos he conseguido disimular las ojeras. Ahora falta lo más importante y lo que es más difícil: Fingir que todo va bien para que mi tía no pregunte.

Dios santo, ¿cómo voy a fingir que todo va bien después de lo de ayer?

Bajo los escalones con Toby acompañándome, como siempre. Creo que es lo único que me va hacer sonreír hoy. Toby me ha notado alicaída, y se pega más a mi pierna acariciándola con su cabecita.

Yo sonrío ante tal acto, mi dulce perrito.

-Ven aquí campeón. -Le digo cogiéndolo en brazos. -Seguro que ayer te asuste. Lo siento mucho. -Él me da pequeños lametones en la cara. -Yo también te quiero, enano.

Al poco estoy en el salón con Toby en brazos, intento poner mi mejor sonrisa. Dudo que me salga hoy...

-¡Hey, sobrina!

-¿Qué pasa tía Emily? -Digo intentando mostrarme lo más feliz posible. Por la cara de ella ni me he acercado.

-Tienes una cara muy larga. ¿Qué ocurre?

-Nada, solo que tengo sueño, ayer tarde en dormirme. Creo que no debí tomarme dos coca colas por la tarde. Mucha cafeína en sangre. -Creo que de todas las mentiras que he dicho a lo largo de toda mi carrera como heroína, esta sin duda es la menos creíble.

Efectivamente, la cara de mi tía dice eso mismo.

-En serio, Elena ¿Ocurre algo?

Pienso bien lo que voy a decir, si no lo hago me iré de la lengua.

-Sí... Todo bien, solo que no dormí bien eso es todo... ¿Qué hay de desayuno? -Pregunto para así evitar ir más a ese tema.

-Pues tenemos Donuts, y café. Te vendrá bien para mantenerte despierta.

-Siempre cuidando de mí.

Mi tía mira extrañada mi mano derecha. Acabo de caer lo que está mirando en mi mano: Mis nudillos lastimados.

-¿Qué te ha pasado en la mano? -Dice preocupada.

-¿Eso? -Digo mirandomela. -Nada, solo me di un golpe sin querer...

-Más bien parece que diste tú el golpe.

-No es nada, tía Emily. De verdad.

Poco después llega el autobús y yo me despido de mi tía y me monto en él a la vez que me froto la mano.

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Es increíble como el mundo sigue igual que siempre, pero para mí se ha puesto patas arriba.

Hoy he cogido el bus a tiempo y ahora mismo, estoy guardando ciertas cosas en mi taquilla y sigo sin poder quitarme los sucesos de ayer de la cabeza, y dudo que se vayan a ir en mucho tiempo.