S E I S

242 15 0
                                    

-Entonces...¿No podemos ir con ustedes?

-No mi amor, ustedes se quedarán con su tía Gemma.- guardo su cepillo en su mochila.- Bien, aquí tienen todo lo necesario, ¿Les falta algo más?- volteo a ver a su hija mayor y tenía los ojos cristalinos.- ¿Que sucede cariño?- el ojiazul se agachó a su altura y la tomo del rostro.

-Es que...- lágrimas empezaron a salir de su rostro y el las limpio dulcemente.- No quiero que se vayan.

-Se lo compensaremos, solo será una noche cielo.- ella asintió y le dejo un beso en su frente.- Vamos con tu hermana, está abajo con tu papá, seguramente ya llegó tu tía.- tomo su mochila y bajaron.

-¿Aly ya estás lista?- dijo Darcy a su pequeña hermana.

-Sip.

-Bueno mis amores, supongo que Gemma no a de...- justo en ese momento la puerta se abrió dejando ver a una mujer castaña.- tardar...bueno, ya llegó.

-¡Tia!- dijeron las pequeñas al unisono llendo a abrazarla.

-Hola pequeñas.- miro a Harry y sonrió.

-Ya sabes cómo es su rutina, ¿Cierto?

-Cuñadito, se cómo hacer esto, tus hijas estan en buenas manos.- se despidieron y se fueron, Louis se fue a su habitación a cambiarse y Harry a preparar unas cosas que le faltaban.

Cuando el ojiazul bajo a la sala escucho que Harry se encontraba hablando por teléfono, cuando escucho un nombre.

-Entiende que no Rose, estás despedida, ¿Si comprendes? Despedida, ya no te quiero ver más en la oficina, ya no te quiero más en mi vida, ya arruinaste mi familia una vez, no voy a dejar que lo hagas de nuevo.- el ojiazul miro a su esposo, estaba decidido en esa decisión de despedirla, por una parte se sentía feliz, por fin podría acabarse todo esto, pero ¿Debía confiar plenamente en el otra vez?

Camino hasta el, ya se encontraba vestido, portaba un lindo traje azul oscuro y su cabello despeinado, según el le daba el toque.

-Ya estoy listo.- dijo llegando al lado del rizado.

-Louis...- lo miro de arriba a abajo.- Te ves hermoso. B-bueno siempre lo estás pero hoy te ves...wow.- sonrió y sintió sus mejillas arder.

-Gracias Harry, tu también te ves muy lindo.- dió una risa nerviosa y nos llevó hasta la salida.

-Necesito que te pongas esto.- lo miro confundido.

-¿Que estás planeando Styles?

-Es una sorpresa, lo juro.- acepto dudoso y dejo que le vendrá los ojos, luego sintió su mano entrelazarse con la de el, y darle un leve apretón, para después sentir sus labios encima de la mejilla del ojiazul, dejando un suave beso.

5 minutos después.

-Llegamos.- el auto se detuvo, tomo su mano y lo cargo al estilo nupcial para llevarlo hacía el lugar.

-Harry ¿Sabes que camino no?

-Lo se Lou.

Soltó un suspiro.- Bueno, ¿Ya casi llegamos?

-No.

-¿Ya?

-Noup.

-¿Y ahora?

-Lindo, cuando lleguemos yo te aviso.

-Tu estás tranquilo porque no llevas una venda en tus ojos.- soltó una risa y se detuvo.- Me dejas aquí y juro que te quedas sin descendientes.

-Eso dolió.- sintió su cálida respiración en su cuello y sus manos acariciaban sus hombros.- ¿Listo?- susurro en su oído, asintió, cuando le quitó la venda.
Parpadeo tratando de acostumbrarse a la luz.

-Harry...- suspiro el ojiazul aún con los ojos abiertos de la sorpresa. Tomo su mano y lo guío hasta la mesa.

-Este fue el lugar de nuestra primera cita.

Y claro que lo recordaba, todo lo que vivió con el lo recordaba.

-Te odio.- dijo sollozando para luego darle un abrazo.- Gracias.

-Ven, no llores. Mejor vamos a comer, pedí que hicieran el plato que comimos aquella vez, el que tú cocinaste.- dijo el rizado soltando una risa.- ¿Recuerdas que se quemó y terminamos pidiendo una pizza? Fue un momento mágico.

El ojiazul solto una carcajada.-¡Oh Dios! ¡Si me acuerdo! Fue un desastre.

1 hora después.

Ya se encontraban en casa, la cena había llegado a su fin, pero Harry aún le tenía algo preparado.

-Prepare algo en la bañera.- curioso fue, entro, y vaya sorpresa la que se llevó.

-¿Me dejas?- claramente el sabía a lo que se refería, solo se limito a asentir. Con cuidado desabrochó los botones de su camisa y la dejo en el suelo, luego quitó su cinturón para luego bajar la bragueta y dejar que el ojiazul se lo quitará. Quedando solo en boxers.

El rizado se quito su ropa y acompaño al castaño a la bañera.

-Te amo Louis, no sabes cuánto lo hago, no hay momento en el que no me arrepienta de haber hecho esa estupidez.- lo miro a los ojos y noto que estaban cristalinos.- No sabes cuántas noches estuve maldiciendome, por haberte lastimado tanto, merezco todo esto. No me arrepiento de haberte conocido, de poder experimentar lo que es el amor, me encantas Louis, cómo el primer día, me encanta tu sonrisa, tus ojos, y más cuando se le hacen arruguitas a los lados, tus labios, tu pancita, tu personalidad, tu cuerpo, tu rostro, claramente eres mi perdición. Verte con alguien más que no sea yo, la ira se estaba apoderando de mi, en algún momento iba a partirle la cara.- el castaño soltó una risa.- moriría si te viera con alguien más.

-¿Ves? Eso es lo que yo sentí, eso es lo que se siente cuando ves a la persona a la que amas con alguien más que no seas tu.

-Cometi muchos errores, pero tú y nuestras hermosas hijas, no son uno de ellos.- el rizado lo abrazo posando su cabeza en su pecho, mientras el ojiazul acariciaba su cabello.- Te amo, y nunca me cansaré de decírtelo Lou.- el nombrado agarro su rostro y dejo un tierno beso en la comisura de sus labios, el rizado seguía acariciando su espalda. No había morbo alguno, siguieron acariciándose, solo necesitaban del uno al otro.

El castaño estaba seguro de que no se arrepentirá de eso, de perdonarlo y volver a empezar.

Oh Louis, antes de la calma, viene la tormenta.






❁•❁•❁•❁•❁•❁•❁•❁•❁•❁•❁•❁•❁•❁•❁•

Hola holaaa, cómo se encuentran? Les dejo el capítulo seis, jaja perdón por actualizar tarde.

Espero les guste

-All the love

Dan

Infiel [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora