Chaeyoung, no me gusta tu corte de cabello

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Tw: mención de problemas alimenticios y comentarios ofensivos. Si eres susceptible al tema es mejor que no leas, cuida tu salud

Chaeyoung nunca había sido muy segura respecto a su apariencia, tenía una baja autoestima y lo sabía, pero siempre trataba de agregar un poquito más de confianza a su ser. Jamás lograba hacerlo, tampoco contaba con mucha ayuda de nadie en lograr su objetivo porque cada vez que parecía que podía lograrlo una piedra llegaba y la tumbaba de nuevo.

Jeongyeon y Nayeon eran crudas con las palabras, demasiado, ellas dos eran catalogadas de las más guapas del instituto. Nayeon estaba en el equipo de animadoras, Jeongyeon en el de fútbol, por lo que ambas eran muy populares. Sabían que eran atractivas y entonces así jamás entenderían como Chaeyoung se sentía. Tampoco hacían algo para ayudarla, solo parecía que querían dañarla más y más con sus palabras.

"No te niego que no eres la chica más linda, eres normal supongo, lo único bueno que veo en ti son tus ojos y tus tetas. Aparte de eso nada más."

"Si no te esmeras en adelgazar y encontrar una estética que te ayude jamás atraerás a nadie, Chaeyoung."

La menor solo asentía a las palabras que ambas le decían casi siempre. Muchas personas parecían tener una fijación por recalcar que era gorda, Chaeyoung no sabía realmente si era gorda. Tenía muslos rellenos y un poco de pancita, pero nada más que eso, pero todos parecían ver algo que Chaeyoung no lograba observar.

o era así hasta que ella comenzó a catalogarse a sí misma como gorda

Luego del evento de la comida con Mina había dejado de comer con tanta emoción. Sus comidas únicamente eran ensaladas, manzanas, agua, analgésicos que había robado del cajón de su madre, chicles y cepillarse los dientes en caso que tuviera demasiada hambre. Eso había empezado hace un mes, se sentía muy débil pero poco a poco dejaba recibir comentarios malos.

Mina parecía bastante feliz con su nueva forma de comer, ya que comía poco y solo comidas saludables. La mayor era muy estricta con las comidas saludables y odiaba todo lo chatarra que consumía Chaeyoung, claro, la pelinegra llevaba una dieta buena y que la alimentaba enserio.

Chaeyoung lograba engañar a su estómago y así no comer tanto.

Pero en eso había transcurrido esas semanas a lo largo de todo un mes. Sus facciones se fueron estilizando más, dejando atrás esas mejillas rellenas y ese color de piel que denotaba vida. Ahora mismo su mirada felina seguía brillando, pero con menos intensidad, sus pómulos se ahuecaban cada vez más y tenía un tono pálido que su dermis había adquirido.

Nadie lo noto, nadie se dio cuenta de los indicios de un problema alimenticio y si lo hicieron no parecía importarles en demasía. Pero Chaeyoung estaba bien, a pesar de todo seguía siendo esa chica buena, de amable corazón y actitud levemente infantil.

Últimamente la coreana había empezado a probar diferentes cosas para mejorar su apariencia física. Empezó con tener una mejor limpieza facial, una rutina que dejará su piel mucho más limpia. Luego sutilmente experimento con el maquillaje, no demasiado, solo agregarle color a sus labios o pintarse las pestañas dejando así una mirada mucho más bella.

Mina lo había notado y la había halagado levemente.

"Te queda lindo, me gusta como ahora te arreglas más."

Chaeyoung con esas simples palabras se había hallado feliz por días, con una sonrisa fija en su rostro y mejillas rojizas por el cariño que sentía.

Porque Chaeyoung amaba a Mina y cualquier cosa linda que le dijera o hiciera su novia, por más mínima que fuera, la hacía enormemente feliz.

La rubia había ido a la peluquería el día anterior, le había pedido al estilista que cortase levemente su cabello que había crecido en esos últimos días. Claro, como siempre, los estilistas parecen hacer todo lo contrario a lo que les pides y dejó a Chaeyoung de otra manera.

Le cortó mucho el cabello, se lo había trasquilado y aparte le hizo un flequillo que no le quedaba tan mal, el estilista dijo que le había quedado genial pero en la mente de Chaeyoung le quedaba espantoso.

Parecía una niña con ese corte, estaba decaída al respecto.

Al día siguiente tenía que asistir al instituto de igual manera, no se sentía bien por cómo se veía y esperaba realmente que nadie le dijese nada. Había tratado de arreglarlo dejándolo como un flequillo que se veía realmente tierno y contrastaba con las dulces facciones de Chaeyoung. Pero eso no había ayudado mucho a elevar su ánimo de igual manera.

Cuando recorrió los pasillos hacia su casillero pudo sentir las miradas curiosas de los demás alumnos, las ignoró y fue en busca de sus libros de física. Tenía que encontrarse con Mina en esa clase, una sonrisa iluminó el rostro de Chaeyoung al recordar que vería a su novia. La había extrañado mucho.

Caminó con ansias hacia el salón, faltaban quince minutos para que el profesor llegara así que tenía tiempo de hablar con Mina. Entró con rapidez y buscó a su novia con la mirada, la encontró, esta estaba hablando con Momo y el asiento a su lado estaba vacío.

Alegremente Chaeyoung se sentó allí, abrazó a Mina por la espalda para que la mayor se diera cuenta de su presencia. Momo pareció darse cuenta primero que Mina que la pelirubia había llegado.

- Buen día, cariño - la voz de Chaeyoung inundó los oídos de Mina y esta volteó para ver a la menor.

Antes de darse vuelta, Mina pudo notar la risa contenida en el semblante de Momo, pero no entendía el porqué.

- Hola, Chae- murmuró secamente la pelinegra para finalmente focalizar su mirada en su novia. Ahora entendía porque Momo trataba de no reírse.

Chaeyoung sonreía con ganas y sus mejillas, como siempre, tenían un color rojizo adornándolas. Su corte de pelo era diferente, lo pudo notar, un flequillo y un peinado con casi una apariencia a Dora la Exploradora. Mina hizo una mueca casi sin darse cuenta, solo sintió como la menor dejaba un beso suave en sus labios y se reía tímidamente.

- Te extrañe mucho estos días, Minari. Sé que estuviste ocupada y espero que hoy podamos salir al parque ¿te gustaría? - Chaeyoung preguntó.

Mina seguía sin responderle.

- Con ese corte de pelo definitivamente te ves más maricona que nunca, Son - la ronca voz de Momo se dejó escuchar.

La pelinegra pudo observar, como si fuera en cámara lenta, como la mirada brillante de la menor se apagaba y poco a poco su sonrisa caía hasta volver a tener ese semblante triste que parecía siempre adornar su rostro.

Mina no pudo moderar las palabras que salieron de su boca cuando inesperadamente murmuró:

- Chaeyoung, no me gusta tu corte de cabello, sinceramente no te favorece en nada ¿por qué te lo hiciste?

- N-no es lo que yo le pedí, de verdad, solo que me hizo el pelo demasiado corto y me hizo un flequillo. Perdón si no te gusto - la voz decaída de Chaeyoung se dejó oír.

- No sé, pero no te queda bien, la próxima directamente no te lo cortes.

Chaeyoung observó como Mina se volteaba de nuevo para seguir hablando con Momo, la menor retuvo las lágrimas que querían desbordarse de sus ojos. Sorbió su nariz y tímidamente tomó la mano de Mina.

Se dedicó a acariciar los nudillos de la mayor hasta que el profesor inició la clase.

Chaeyoung, no me gusta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora