—Te ves pálido— dijo Dean, estaban regresando al motel en el Impala.
Castiel lo miró de reojo:
—Necesito un lugar tranquilo para... meditar... tuve dos exorcismos en un día... mi alma necesita recargarse— el sacerdote sonrió levemente. Incluso si era una pequeña sonrisa, Dean pensó que se veía bien en él.
—Conozco un lugar para... meditar— propuso Dean: —Aún es temprano, ¿qué dices?
Castiel entrecerró los ojos con sospecha.
Dean se rió entre dientes:
—No te llevaré a ningún lugar pecaminoso, lo juro— El cazador levantó una mano para demostrar que hablaba en serio.
Castiel se rió e inclinó la cabeza.
Hermoso.
—Está bien. Lo hicimos bien hoy, nos merecemos un... lugar para meditar— repitió Castiel, sonriendo.
Dean se mordió el labio inferior, pero giró la cara para mirar el camino, no quería que Cas notara la emoción en su rostro.
¡No es una cita, idiota! El cazador trató de repetir eso en su cerebro.
Llegaron a un cerro. Desde allí, podían ver todo el pueblo. Dean aparcó a Baby a un lado y ambos hombres salieron.
Castiel estaba asombrado contemplando el paisaje. Dean estaba mirando el perfil perfecto del sacerdote.
—¿Te gusta?— Preguntó el cazador, tímidamente. Su corazón estaba acelerado y se sentía muy nervioso. Qué tonto delirante era. Pero no podía negarlo, algo en Castiel tiraba de él cada vez más. No era capaz de explicarlo. Pero estar con él, en ese lugar en ese momento, se sentía perfecto.
—Me encanta— dijo Castiel, en voz baja.
Dean sonrió triunfante:
—Vamos a sentarnos aquí— señaló un lugar seguro y se sentó, Castiel hizo lo mismo.
—Así que... trabajar con un cazador no es tan malo, ¿no?— Dean se burló y Castiel se rió entre dientes.
El sacerdote volteó su rostro hacia él:
—Cierto. Aunque no ahogaría al demonio con la técnica de la sal, eso fue muy educativo.
—Oh, mírate, eso es un gran cambio. ¿A caso te gusto ahora?— Dean volvió a bromear y disfrutó de la sonrisa en el rostro de Castiel. Entonces, Dean recordó las palabras del demonio y se animó a preguntar:
—Cas... ¿por qué el demonio te llamó niño abandonado?.
Castiel lo miró y había una pizca de tristeza en sus ojos azules oscuro:
—Fui... abandonado cuando era un bebé en una iglesia... pero no... tengo desprecio por eso. Quiero decir...— desvió la mirada para luego continuar: —Fui adoptado cuando aún era un bebé... y mi padre y mi madre me aman. Me criaron bien. Dos personas religiosas y amables. Estoy muy agradecido.
—Pero, el demonio dijo...
—Los demonios mienten— lo interrumpió Castiel, y Dean supo que tenía que parar.
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Sagrado
FanfictionEl mejor exorcista, el Padre Castiel Novak, está autorizado a la acción libre para una peligrosa misión: encontrar y enviar de regreso al Infierno al poderoso Príncipe del Infierno, Azazel. Nadie puede interponerse en su camino, nadie excepto tal ve...