Tú, yo y ella (contra el mundo) [The 100]

Capítulo 23

Finales del 13 de mayo

Luna cierra la puerta de su apartamento en silencio para evitar despertar a Lexa y Raven, en realidad solo a Lexa. Raven es más fácil de dormir que la furiosa, solitaria y preocupada Heda (Comandante). En realidad, Luna piensa que es más de Lexa que está sola y preocupada, y Heda que está furiosa. De cualquier manera, ella no quiere poner a dormir a ninguna de las "personalidades".

Cuando Luna cierra la puerta, espera un minuto y escucha cualquier señal de que su compañero o Lexa se han despertado. Ella puede oír un susurro y una distante "caliente... cama", pero, además de eso, Luna no oye nada. Ella suspira aliviada, "gracias a Flame" y se aleja de su apartamento.

Luna no le dijo a Raven a dónde iba, no es como si a Raven no le importara. No vio la necesidad de despertar a su compañero, ya que cada vez que Raven está despierta, sus ojos están distantes y sus respuestas son cortas. Se da cuenta de que Raven está preocupada por Clarke y solo quiere que esté a salvo y regrese a casa. Ella ha intentado muchas veces tranquilizar a Raven con "está bien" o "Clarke va a patear el culo y volver a casa", pero ambos saben que todo es posible... incluso la muerte de Clarke. Es un mundo cruel e impredecible sobre el terreno.

Ella suspira y pasa su mano a través de su cabello azul descolorida, "vuelve", susurra, "por favor, esté bien"

Luna no está segura de si podría manejar e incluso ver a Raven si Clarke asemejara muerto en algún lugar o no asemejara en absoluto. Sin embargo, si no añadiera, podrían reflexionar sobre las ideas sobre dónde está y aferrarse a una esperanza inútil de que todavía está viva.

Luna sale de la torre con otro suspiro y comienza a caminar por el campamento sin un destino en mente. Ella mantiene sus ojos en los caminos tallados para evitar el contacto visual con civiles "aleatorios" y accidentalmente inicia una conversación. Puede que Luna no esté prestando atención al campamento, pero ha aprendido a mantenerse en sintonía con su entorno lo suficiente como para darse cuenta cuando algo está mal. Ella puede agradecer el tortuoso entrenamiento por el que había pasado hace todos esos años por esa habilidad. Inmediatamente mira hacia arriba cuando el ruido cae unos niveles antes de detenerse por completo.

"Qué es eso...", ella frunce el ceño y mira a su alrededor. A su derecha, una multitud de gente curiosa comienza a formase. Ella escucha mientras se susurran el uno al otro y a sí mismos.

Desde el frente de la multitud, uno de los guardias pregunta: "¿Chon ste dei de? (¿Quién es ese?)

Cerca de ellos, alguien más dice: "maun hef (hombre de montaña)" con una voz baja y casi asustada. Su voz traiciona su expresión que tratan de mantener estable y sin emociones.

Al escuchar los susurros de todos y las suposiciones inverosímiles, Luna comienza a abrirse camino al frente de la multitud. "Disculpe", dice, "por favor, muévete" Cuando finalmente llega al frente, dirige su mirada hacia la dirección en la que todos los demás miran. Al principio, no ve nada más que la pequeña valla y muchos árboles, luego, finalmente lo ve... o ella. "Lla hondo", susurra al ver lo que, no, quién está de pie al borde del campamento. "Anya", susurra y luego corre hacia adelante, "¡Anya!"

Una Anya debilitada y sangrante se vuelve hacia la voz. Ella observa cómo un desenfoque corre hacia ella y, en el fondo de su mente, piensa que tal vez todavía está en el bosque y las criaturas finalmente la han alcanzado. No puedo - Sus rodillas se abrochan y esta vez no intenta luchar contra la gravedad mientras cae al suelo y aterriza de lado. Su cuerpo se vuelve cojo, extinguiendo lo último de su pelea dentro de ella, y todo comienza a desvanecerse en negro. Lo siento, piensa, ojalá pudiera decir esas palabras a sus dos compañeros.