Avengers: Infinity War.

La Sede del Norte

-No me estoy encontrando muy bien...

-¿Qué? Pero si tampoco voy tan deprisa además...

-¡Que te tragas el coche de delante! ¡Frena, frena!

O el doctor Banner se ha vuelto insufrible en estos tres años que ha estado desaparecido a saber dónde o ya era así de irritante.

Rodando los ojos, freno (ni siquiera ha sido un frenazo sino que he frenado de forma normal).

-Le había visto e iba a frenar antes de que gritara histérico. -Le digo mirándole con una ceja alzada.

Me mira como si estuviera loca.

-¿Bromeas? ¡Ibas a todo pastilla! ¡Te lo ibas a tragar!

-¡Sabía cuándo frenar, doctor Banner!

-¿Estás segura de que tienes carné de conducir? -Yo aparto la vista al instante y la vuelvo a concentrar en la carretera. No respondas. No respondas...

-A medias. -¿Por qué eres así, Elena?

-¿Qué significa eso de "a medias"? -Me dice aún más preocupado. Seguramente por su integridad física y seguridad.

-Significa que aún estoy en la autoescuela... -Le digo, deseando que el semáforo se ponga en verde. Que no pregunte cuánto llevo, por favor.

-¿Cuánto llevas en la auto-?

-¡Tres días! ¿vale! -Le suelto ya perdiendo los nervios. -¡Llevo solo tres mísero días en la autoescuela! ¿Contento?

-¿Contento? ¡Lo que estoy es aterrorizado! ¡Si sigues conduciendo tú le ahorraremos a Thanos la molestia de matarnos!

¿Este tío no sabe que tengo sentimientos?

El semáforo se pone en verde. ¡Al fin! ¿No le gusta mi forma de conducir? Pues se va a tener que aguantar. Y para mejorar todo, voy a ir más rápido aún. Porque sí, porque quiero y puedo.

Es ponerse en verde y pisar el acelerador como si no hubiera fondo. Quemo rueda al segundo y el coche sale disparado hacia delante.

La expresión de terror y sorpresa ante este hecho hace que el doctor Banner se agarre fuerte al asiento, casi clavando las uñas.

Al verle de reojo así, se me dibuja una media sonrisa.

Ahora sé por qué a Felicia le encantaba ir rápido y ver mi cara de asustada. Es jodidamente divertidos cuando no eres tú el que lo sufre, sino el que lo hace.

Suena como si fuera una capulla integral, pero en mi defensa diré: Ha sido culpa suya por decir lo que ha dicho.

-No me estoy encontrando muy bien. -Vuelve a decir. Traducción: Va a vomitar.

-Abra la ventanilla o busque una bolsa. -No soporto el olor a vómito. Y si ya me cuesta conducir sin comerme ningún coche sin nada que me distraiga, si empiezo a sentirme mal por el olor a vómito... Entonces sí que nos estrellamos.

No aguanto mi propio vómito voy a aguantar el del resto.

-Y... ¿Cuándo ha vuelto de sus vacaciones de tres años? -Le pregunto. Cambiando de tema. Realmente tengo curiosidad por saber dónde demonios ha estado todo este tiempo.

Son tres años...

-No me he ido de vacaciones... -Me contesta él mirando por la ventanilla.

Nota mental: No usar el humor con él.

-Ya sé que no ha estado de vacaciones, pero...

-Entonces no bromees con algo de lo que no sabes nada. -Me corta tanjante.