Emma
Mantener una casa la verdad no es tarea sencilla sobre todo si vives con dos hermanos menores y una mamá la cual casi no vez por su arduo trabajo. Nadie dijo que la vida era fácil, sobre todo cuando se trata de dinero, al parecer nunca es suficiente y se gasta más de lo que es debido.
Gran parte de mi vida es poder tener el dinero suficiente para vivir y que mis hermanos fueran a la universidad, según lo que tengo calculado sería más o menos en 20 años, por lo bajo, sin contar los impuestos y las tasas que suben cada vez. Por lo cual cada trabajo que saliera, era más que bienvenido.
—Es noche de cervezas a mitad de precio y ya sabes lo que significa eso, John esta noche no viene, por lo que tenemos más trabajo.— Mi vista se posó en Maya un momento antes de asentir, ate mi cabello en una coleta alta antes de salir de la barra.
Trabajaba en un pequeño local, el cual era conocido por su exquisita cerveza artesanal, donde gran parte de las personas que visitaban esta pequeña ciudad conocían el Bar de Bob. Exacto Bob, aunque suene ilógico John compró este Bar hace años, pero le resultaba más conveniente mantener el nombre y evitar todo el papeleo que transcurría el cambio de nombre.
—Solo espero que los uniformados no provoquen otro desastre, tengo que llegar a casa antes, para darles de cenar a mis hermanos. —La última vez tuve que quedarme horas extras para asegurarme que no había rastro de cristales en el suelo.
—Ni que lo digas, hoy tuve que denunciar el extravío de mis pertenencias y el policía a cargo no era de mucha ayuda que digamos. — Una pequeña sonrisa se formó en mis labios ante las palabras de Maya.
—No puede ser tan malo, hoy me ayudó un desconocido el cual pensó que era una drogadicta sin cura, tirada en los escalones del hotel que se encontraba hospedando.
A pesar de que nuestra amistad surgió al ser las hijas de dos policías, ambos habíamos tenido experiencias un tanto diferentes en la relación de padre e hija, sólo sé que Maya no era gran fan de su padre, mientras que yo recordaba al mío como mi mejor amigo.
— Genial, Marines
—Yo los atiendo, un poco de testosterona no está mal. —La mayor parte de los chicos que habían entrado al Bar, eran compañeros de infancia, con los cuales intentamos una y otra vez ingresar a los Marines, aunque por mi condición médica no era lo que ellos estaban buscando.
Tienes potencial y lo desperdiciaron
Y que lo digas pequeña conciencia—Miren quien viene aquí, nuestra pequeña exmarine Emma.—Mi vista se detuvo en Luke que era uno de mis más antiguos amigos.
—Ni me lo recuerdes, aunque te dejé el paso libre con mi salida.
—Te extrañamos, este hombre es horrible en el campo de tiros, aún no pasa de la segunda prueba. —La ronca voz de Adam, hizo percatarme de su presencia.
—Emma acabamos de llegar de nuestra última misión, ¿Qué es lo mejor que nos puedes dar?
—Pues tengo la especialidad de la casa, cerveza con alitas picante de pollo o alitas picantes de pollo con cerveza. —Saque el pequeño cuaderno de mi mantel antes de mirar a los chicos.— Como verán no hay mucha variedad.
—Pues la cerveza con alitas suena tentadora, aunque las alitas con cerveza son mucho mejores. —Una sonrisa se dibujó en mis labios al escuchar la dulce voz de Elliot, era el menor de nosotros y por si fuera poco estos meses le habían ido bastante bien, ya no era el pequeño niño con que jugábamos a las escondidas, ahora su cuerpo era el doble que el mío, pero su carisma quedaba completamente intacto.
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Corazones y cenizas
RomanceEmma nunca pensó que en su corta vida se vería envuelta entre escándalos y portadas de revistas, sobre todo proteger a una de las estrellas del cine y la música de la época, donde su primer encuentro fue descrito más que desagradable, pero el tiempo...