Corazones y cenizas

Capítulo 4

Hace 4 años

—¡Vamos, no seas cobarde!

—¡Emma no soy cobarde! solo que le tengo miedo a las agujas.

— ¿Cómo le puedes tener miedo a las agujas? Eliott tienes tatuajes por casi todo el cuerpo.

— ¡Pero no es lo mismo!

Aquello solo me hizo reír, nos encontrábamos realizando los últimos exámenes antes de ingresar al ejercito, Eliott al cumplir la edad suficiente para comenzar a tatuar su cuerpo lo hizo, el dinero no le hacia falta, pero a su madre no le agradaba mucho que su hijo comenzara a llegar cada vez más extraño cada vez que salíamos juntos, por un tiempo Anne nos prohibió vernos, pensaba que era la única forma en la cual su hizo dejaría de meterse en problemas.

Acto seguido, yo era quien lo detenía en cada uno de esos problemas, no tomo tiempo en descubrir los cientos de tatuajes que cubrían el cuerpo de Eliott, decir que se lo tomó mal, no se comparaba en nada con su verdadera reacción, cuando Anne supo de mi alistamiento, no tuvo una mejor idea que llevarlo conmigo. Mi objetivo siempre fue unirme a los Marines, luego de que mi padre falleció aquel sueño solo iba en aumento, ser la mujer que él esperaba que fuera.

Ahora me encontraba en aquella sala del hospital militar realizando los últimos exámenes de sangre, procedimientos de rutina, para descartar enfermedades y el consumo de drogas, un requerimiento para entrar a la escuela, al ser menor de edad, mis estudios se terminarían dentro de la escuela.

—Si que eres una mala amiga, el brazo me dolerá el resto de la tarde.

—No seas llorón, además tú lograste que Anne te obligará hacer el servicio militar. Aunque debes de estar agradecido que lo puedes hacer aquí y no en Corea.

— Eres bastante mala en dar apoyo emocional.

— Nunca dije que fuera buena, pero que bueno que te has dado cuenta por ti solo.

— Torres, Emma.— Me coloque de pie caminando junto al médico de turno.— ¿Ha traído los papeles? .— Asentí, entregando la carpeta con mi ficha médica, en mis casi 18 años he pasado gran parte de mi vida sin tomar un resfrío, los cuales fueron contados con los dedos de la mano, mi salud física, decía más de lo que lograba expresar. Desde que mi madre enfermó dos veces al año realizó chequeos generales, buscando algo inquietante.— Los papeles son bastante normales, no veo anomalías de las cuales puedo debo de preocuparme, tome asiento para la extracción de sangre. — El algodón pasó suavemente sobre mi brazo desinfectando el área que sería pinchada logrando llenar seis tubos diferentes, los cuales serían analizados en laboratorio, a medida que llenaban los tubos no pude imaginar a Eliott protestando por la gran cantidad de sangre que fue extraída de su pequeño cuerpo.— Los resultados serán enviados en dos días.

— Gracias Doctor.

— Señorita Emma, su papá era ¿Leonardo Torres?.— Asentí.— Lamento su pérdida, tuve la oportunidad de conocerlo cuando hicimos el servicio militar juntos. Era un gran hombre.

— Lo fue.

Mi padre había servido a los Marines durante dos años, en aquel entonces el servicio era obligatorio para todos los hombres, muchos no tenían la oportunidad de elegir al momento de cumplir la mayoría de edad, solo obedecer, algunos lo veían como una oportunidad, mientras otro como un castigo. Fuera el caso en que mi padre lo hubiera visto en aquel entonces, de no unirse a los Marines jamás hubiera conocido a mi madre, por lo cual mis hermanos y yo no estaríamos en este lugar, siendo el fruto de su verdadero amor.

El último en tomarse los exámenes fue Eliott, intentó aplazar su tiempo de espera lo más que pudo, pero para su mala suerte, el doctor era bastante rápido en su trabajo. Las primeras semanas pasó en solo en un abrir y cerrar de ojos el invierno ya se acercaba y con ello el comienzo de mi vida dentro de la militarizada, tuve todo el verano para preparar a mi madre para este suceso, pero mi partida provocaría un vacío que mis hermanos en aquel momento no lograban llenar, recién comenzaban a tener conciencia de todo lo que se encontraba a su alrededor, las quimios de mi madre eran cada vez más agresivas, pero el seguro familiar que me brindaban los Marines lograban cubrir casi en su totalidad todo el tratamiento.