capitulo 8

20 3 0
                                    

Maya.

No sé que es lo que estoy haciendo aquí realmente, juro que esto es un error muy grande. Se que me voy a arrepentir de esto pero, cuando Jamie me llamo y me dijo que me había conseguido un empleo no me lo podía creer.

Otra cosa es que hace mucho que no toco el piano y de eso se trata, el empleo es de pianista en un restaurante muy reconocido en la ciudad, para ser más específicos el Keens Steakhouse, Midtown.

Para muchos es un sueño trabajar aquí, pero para mí es algo muy incómodo ¿Por qué?, Porque el hijo del dueño fue algo así como mi novio, es una larga historia que no quiero recordar.

Entro en el lugar y de inmediato me llega un olor exquisito, no se lo que es pero huele demasiado bien. Me adentro al lugar y una chica le recibe, me comienza a explicar algunas cosas y también me da un recorrido por todo el lugar.

Después de casi una hora de recorrido ella se detiene frente a una puerta de madera, se voltea y me observa de pies a cabeza, gracias a dios que vengo bien vestida porque si no pensaría que no le gusta mi ropa.

—El señor Donovan está adentro — dice — espera cinco minutos y luego tocas para que puedas entrar.

Yo solo asiento y la chica se retira, van pasando los minutos y juro por dios que son los cinco minutos más largos de toda mi vida.

Cuando ya es el momento tocó dos veces y la puerta se abre. Entro y antes de que pueda decir algo la puerta se cierra de un portazo que me hace pegar un pequeño grito, me volteo y mierda… ahí está él, más guapo que nunca.

Sus ojos miel, su cabello castaño casi rubio, su sonrisa torcida, su rostro igual al de un ángel y sobre todo su… no, no, no. Debo dejar de mirarlo de esa forma, lo que pasó entre ambos es algo que ya quedó en el pasado y no debe volver a suceder.

—Maya Wilson.

Mierda. ¿Por qué su voz es tan sexy?.

—Bienvenida— dice mientras me pasa por un lado y se sienta en la silla del otro lado del escritorio — que gusto tenerte aquí.

No digo nada, solo lo observó y siento que vuelvo a ser aquella chica de dieciocho años que se enamoro de él.

—Siéntate— dice de nuevo — por favor.

Lo hago, me siento en la otra silla frente a él. Se comienza a pasar las manos por el cabello y luego por la mandíbula mientras me observa con esos ojos que en algún momento me volvían loca.

—Cuéntame ¿Qué te trae por aquí?.

—Vengo de parte de mi hermano, Jamie.

—Ah, si. Jamie y yo somos buenos amigos— dice con una sonrisa — me dijo que necesitas empleo.

—Así es.

—Maya el empleo ya es tuyo y lo sabes— estos son los momentos más incómodos de mi vida que nunca olvido— yo solo quiero saber una cosa.

Nunca me gustaron sus preguntas o la forma en la que las hacía, siempre terminamos peleando por cualquier estupidez, pero ahora siento algo diferente. Creo que ya no es como antes.

Lo observo y asiento.

—¿Segura que te sentirás cómoda con mi presencia aquí todos los días?.

Vaya pregunta. Es obvio que se me iba a hacer un poquito difícil pero es algo que puedo manejar, lo de nosotros es algo que ya quedó en el pasado y no quiero recordarlo y mucho menos volver a vivirlo. Con una sonrisa plasmada en mis labios le respondo:

—No me sentiré incomoda— digo con seguridad — te lo aseguro, Brandon.

—Muy bien, entonces voy a necesitar que me firmes el contrato y puedes comenzar mañana mismo.

Siniestra Obsesión #1 (EDITANDO) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora