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Lord Anthony Ross, duque de Beaufort es un hombre orgulloso, vive feliz pensando que su vida no puede ser mejor, pero se da cuenta que no es así cuando es abandonado días antes de su boda por la mujer con la que pensaba...
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Estoy ansiosa por comenzar la nueva temporada porque este año tiene mucho que ofrecer. Nuevas debutantes, nuevas solteronas y nuevos escándalos, de los cuales me encargaré de informar.
Mientras comienza la temporada, les informo que lady Claire y su familia probablemente permanecerán en Gran Bretaña durante un período más prolongado, lo que resultaría en un gran escándalo si su objetivo es encontrar un esposo para lady Lucianne. Si es así, les aviso que ningún noble de buena cuna aceptará casarse con una bastarda, pero puedo afirmar que hay muchos que sí podrían aceptar un matrimonio con la dama; solo deben buscar en el nuevo Club, "El diamante de París".
¿Es posible que la duquesa viuda de Beaufort, lady Delphina Ross, haya aceptado finalmente a la prometida de su hijo? Ya que la Srta. Dayse O'Sullivan fue vista en Beaufort House ayer en la noche.
Revista de sociedad de Lady Kennt.
Antes de la cena...
Beaufort House era símbolo de lujo y poder, con habitaciones que reflejaban la riqueza del ducado.
Al entrar, el gran salón recibía a los visitantes con sus techos altos, candelabros y tapices exquisitos. Los eventos sociales cobraban vida en el salón de baile, con su suelo de madera pulida y paredes adornadas con espejos y cuadros. La biblioteca ofrecía un refugio de estudio y lectura, mientras que el comedor formal, con una mesa para numerosos invitados, prometía deliciosos banquetes. La música llenaba el aire en el salón de música, equipado con un pianoforte y otros instrumentos.
Los dormitorios principales, con camas con dosel y vestidores, brindaban confort y privacidad, cada uno con su propio baño. La propiedad se extendía más allá de las paredes de la casa, con jardines exuberantes, un invernadero y rosaledas, y establos bien equipados.
La cocina era un hervidero de actividad, con varias chimeneas y hornos. Un personal dedicado, que incluía mayordomo, ama de llaves, cocineros, criados, doncellas, jardineros y mozos de establos, los cuales aseguraban el funcionamiento impecable de la residencia.
Evelyn Winslow había sido criada en Beaufort House, conociendo y limpiando cada rincón de la inmensa residencia, sus habitaciones preferidas eran el salón de música y la biblioteca, pero su trabajo solo le había permitido conocer a la perfección el área de la cocina.
—¡Todo es un desastre! No soporto más ser una doncella ¡Ahg! —expresó Evelyn entrando a la lavandería de la residencia, lugar donde trabajaba su hermana menor, Sharon.
—¿Qué hizo esta vez? —preguntó Sharon, refiriéndose a Lucianne, a la vez que doblaba algunas sábanas.
—El té no era de su agrado y terminó sobre la alfombra. Si supiera lo difícil que es lavar esa maldita alfombra, creo que no caminaría sobre ella.
