Capítulo 4

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Según fuentes cercanas, el duque de Beaufort tiene intenciones de unirse a la London Industrial Alliance, lo cual resulta un tanto sorprendente, considerando que ya posee varias propiedades y fuentes de ingresos muy prósperas.

Por otro lado, les informo que la boda del duque está a la vuelta de la esquina. En solo unos días, seremos testigos del enlace más esperado de la temporada. ¿Estará la señorita O'Sullivan preparada para asumir el papel de la nueva duquesa de Beaufort?

Revista de sociedad de Lady Kennt.

La señorita O'Sullivan esperaba en la sala verde para ser recibida por la duquesa viuda de Beaufort, lady Delphina, quien la había invitado a tomar el té y conversar. Dayse había aceptado con la esperanza de ganarse la aprobación de su futura suegra y aprender a ser una buena duquesa.

—Buenos días, Srta. Dayse —saludó Delphina al entrar en la sala.

—Buenos días, excelencia —respondió Dayse, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto.

—Me alegra que haya aceptado mi invitación.

—Y yo le agradezco que me haya invitado. A Anthony le hará muy feliz saber que estuve aquí con usted. —Dayse sonrió, pero Delphina no correspondió al gesto.

—La verdad, preferiría que mi hijo no se entere de este encuentro —indicó Delphina, lo que hizo que Dayse frunciera el ceño—. La invité porque sabía que mi hijo estaría fuera toda la mañana y porque quería hablar seriamente con usted.

—¿De qué quiere hablar? —preguntó Dayse, empezando a arrepentirse de haber aceptado la invitación.

—Sobre el matrimonio y lo que implica ser una duquesa. —Dayse la miró brevemente antes de desviar la mirada—. Estoy segura de que Anthony no le ha mencionado todas sus futuras responsabilidades.

—Me dijo que no eran muchas.

Delphina soltó una suave risa.

—¿De verdad dijo eso? Las duquesas tienen numerosas responsabilidades, desde la representación social hasta la filantropía y la beneficencia, además de las responsabilidades domésticas. Y cuando tengan hijos, será su deber encargarse de su educación —Delphina sonrió con satisfacción al mencionar todas estas responsabilidades, que apenas había resumido.

—¿Hijos? —preguntó Dayse, nerviosa.

—Por supuesto, querida. Una vez sea la esposa de Anthony, su principal tarea será darle un heredero al ducado.

Dayse asintió lentamente.

—Solo quiero que sea una duquesa perfecta, Srta. Dayse —musitó Delphina—. Y, por supuesto, deberá dejar de cantar.

El precio del amor (Saga #4 de Amores Encadenados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora