Capítulo 3

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Es impresionante lo que puedes hacer comenzando desde cero. Soy consciente de que no entenderán lo que estoy hablando porque esta sociedad es muy superficial para ver los sacrificios y el trabajo duro de otras personas. Y hablo sobre el London Industrian Alliance (LIA), una sociedad fundada desde cero que ha impulsado la industrialización del país. Sin embargo, en esta ocasión sólo quería hablar del vizconde de Brekely, quien ha amasado una gran fortuna liberándose de grandes deudas.

Además, menciono que el vizconde está soltero y, debido a su gran riqueza acumulada, espero que este año decida casarse.

Revista de sociedad de Lady Kennt.

La tarde en Beaufort House había transcurrido muy agitada, debido a que Delphina estaba muy estresada por la cena que Anthony había demandado para su prometida. Pero al final todo quedó como la duquesa había ordenado.

—¿Y si no consigo casarme? —preguntó Lucianne. Evelyn la estaba ayudando a prepararse para esa noche, y debía admitir que el nuevo vestido que estaba usando era aún más hermoso que los anteriores, los cuales se encontraban aún en su habitación.

—Sí lo harás —respondió la Sra. Odella. Quien también estaba en la habitación—, y deberíamos fijarnos en el duque, lord Anthony, sería buen partido.

Evelyn se tensó al escuchar la sugerencia de la mujer.

—El duque no puede ser, tía. Además, ya está comprometido —musitó Lucianne sin expresión alguna en su rostro, algo normal en su carácter.

Desde que Evelyn había comenzado a ser la doncella de Lucianne había notado que ella era muy reservada, y ni siquiera sonreía. No sabía si se debía a su educación o que simplemente era una mujer fría y amargada.

—¿Y crees que su madre aceptará? Estoy más que segura que esa unión no se efectuará, y ahí es donde debemos entrar. Tienes que convencer a tu madre de que hable con lady Delphina para una futura unión entre tú y el duque. De lo contrario te quedarás solterona o tendrás que hacer lo que dijo Lady Kennt, ir al Club El diamante de París y conseguir un esposo que esté dispuesto a casarse contigo.

La Sra. Odella salió de la habitación sin decir nada más. Sin embargo, Lucianne apretó los puños con impotencia, algo que Evelyn había notado, ella no entendía mucho a la sociedad aristocrática, pero sabía que ser un bastardo era muy mal visto, y aunque Lucianne era una mujer hermosa, no sería fácil lograr casarla con un noble respetado y rico.

Minutos después, Evelyn terminó de peinar a Lucianne y ajustó los últimos detalles. Al concluir su trabajo, salió de la habitación, dejándola sola. Se dirigió a la cocina, donde encontró a su madre y a su hermana. Mientras las demás sirvientas iban y venían, ocupadas llevando la vajilla al comedor, Evelyn tomó una manzana del frutero y se sentó en la mesa destinada al personal.

—¡Hmm! ¡Qué delicioso! —comentó con una sonrisa, mordiendo la fruta mientras sus ojos se posaban en la tarta de limón que descansaba tentadoramente cerca de ella. Le había sorprendido cuando Anthony mencionó que era la favorita de su prometida, especialmente porque él sabía que también era su postre preferido—. Ava, por favor dime que hiciste otra tarta de limón.

La cocinera sonrió y asintió en su dirección.

—Por supuesto, sé cuánto te gusta, y los señores nunca dejan ni un trozo —respondió Ava, y Evelyn levantó los brazos en señal de agradecimiento con una sonrisa.

El precio del amor (Saga #4 de Amores Encadenados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora