M

7 1 0
                                    

Arrogante e incapaz de disculparte,
Estancado en pretéritos
y en gente que ya no quiere verte.

No hay mucho que no haya sido mi culpa,
pero tuviste razón cuando dijiste que fui una ilusa.
Espero tengas un poco de corazón para apreciar que acepto la equivocación.

Y siempre dije que podías pedirme
lo que quisieras
no necesitabas pintarme un cielo rosa,
pero decidiste mentirme hasta el final
de nuestra tonta historia.

No merecías todas las lágrimas que derramé,
ni las noches pensando cuándo llamarías,
ni mis miles oportunidades para ser tu amiga, pero yo te di todo y sin esperar nada más
destrozaste lo poco de mí
que todavía te amaba.

Veintidós; veintitrés. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora