Capítulo 1

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Todo estaba perfectamente planeado, cada paso, cada puto detalle, si salía mal algo literalmente me sacaría los ojos. Tal vez estaba exagerando pero...no quería fallar, no podría fallar. Por fin salió de la biblioteca y lo seguí en mi auto junto a mis hombres hasta un pequeño callejón dónde por fin detuve el auto para bajar e ir en silencio detrás del castaño. De un momento a otro ya estaba en mi auto con una capucha negra sin poder ver nada. Lo había conseguido, todo salía como deseaba. En mi interior saltaba y gritaba de emoción, no podía esperar a llegar a casa.

Los minutos dentro del maldito auto fueron una eternidad, hasta que por fin, llegamos a mi hermosa mansión. Mi corazón latía desbocado y mis nervios estaban apunto de estallar. Encerré al mayor en una habitación y lo até a la cama para poder quitarle la capucha.

Sonreía ampliamente, como un niño al recibir un regalo, no podía evitar estar emocionado. Mi plan había funcionado y se sentía súper bien.

-¿Quién eres?- me limité a preguntar, mirando al pequeño chico que sonreía como un niño pequeño, no entendía como paso todo en tan solo minutos, era muy confuso y me asustaba lo que podría hacerme.

-Oh...¡Hola! Me llamo Park Jimin, un gusto conocerte Gukie- le dije con ternura mientras sonreía -No tienes por que temer, no te haré daño- lo miré fijamente y saqué de mis bolsillos mis armas poniendolas lejos, dando a entender que no tenía intención de lastimarlo.

-¿Por qué me tienes aquí?¿Qué quieres?- lo miraba nervioso mientras jalaba levemente las sogas que me retenían.

-¿Qué quiero?- solté una pequeña risita -¿En serio preguntas?Solo te quiero a ti, ¿no es obvio?- me acerqué a él para desatarlo y acariciar sus muñecas suavemente.

Sentí su mirada posada en mí, llena de duda y desconfianza. Respondí a esta con un suspiro y me levanté de la cama para volver a mirarlo.

-Bien, como sabrás, no puedes escapar, cada centímetro de esta maldita mansión se mantiene bajo vigilancia las veinticuatro horas del día, un movimiento en falso, y serás hombre muerto Jeon- mi humor cambió repentinamente mostrándome firme y cortante -No te mantendré encerrado en esta habitación, podrás salir pero no escapar.Si necesitas algo solo avisame- salí de la habitación dejando al castaño completamente solo.

Caminé hacía el jardín de la mansión, ahí me sentía libre, el aire fresco daba en mi cara y me daba tranquilidad. Pasé una de mis manos por mi cabellera y me recosté en el césped mirando las nubes y el hermoso atardecer, un precioso color naranja pintaba el cielo mientras el Sol se escondía entre los edificios lejanos, dando paso a la noche.

Un sentimiento de nostalgia me invadió y no pude evitar que una lágrima resbalara lentamente por mi mejilla hasta perderse en el suelo. Aún dolía, ese pesar que sentía al no tener a mi madre cerca me mataba lentamente de tristeza.

"Mamá..."

"Regresa..."

"¡Ayúdame...!"

"Te extraño..."

Lloraba en silencio mientras que en su mente pedía a gritos el regreso de su preciada madre...

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Desperté en mi cama y miré a los lados. Lo único que recordaba era una noche en el pasto llena de melancolía y lágrimas que me ahogaban. Mi mirada aún era borrosa aunque lograba distinguir una silueta cerca de la ventana al lado de la cama. Froté mis ojos y volví a mirar, oh no me lo creo...

-Buenos días Gukie- susurré con voz ronca mientras me ordenaba el cabello -Eemmm iré al...

-¿Por qué llorabas anoche?- le dije de golpe tomándolo por sorpresa. Volteó para mirarme y me acerqué -¿No me dirás?

-No creo que importe- bajé mi mirada -¿Fuiste tú no?El que me trajo a dormir a mi habitación...

-¿Quién más iba a ser?- levanté su mentón con mi pulgar y lo miré a los ojos -No me gustó verte llorar...por favor no lo hagas...- acerqué mi mano a su cabello y jugué con este haciéndolo ronronear.

"Tan lindo"

Pensé mientras miraba su pequeña carita, su cabello rubio entre mis dedos, sus labios abultados y sus cachetes tan hermosos y regordetes.

Miré al castaño y sentí mis mejillas arder al tenerlo tan cerca, decidí separarme e ir al baño para relajarme tomando una ducha. Después de algunos minutos salí del baño con una toalla alrededor de mi cintura, ignoré la presencia de Jungkook y me puse mi ropa para voltear y mirarlo.

Miré a ese hermoso ángel frente a mi, sus hermosas piernas, su cabello húmedo, esas curvas tan marcadas, su gran trasero...dios era tan irreal.

-¿Qué estás mirando?- miré al castaño levantando una ceja -Deja de mirarme así.

-Y tú deja de provocarme- me levanté y caminé hacia él mirándolo fijo para agarrar sus manos y acercarme lentamente a su rostro.

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Espero y les guste es mi primera vez escribiendo en Wattpad y esto a para todas las Jikukas que lo lean se les quiere bebés 🖤

Solo mío Jikook+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora