Solo mío Jikook+18

Capítulo 11

Después de aquella fiesta hace unos días aún seguía cansado, sí, soy un flojo lo admito. Y más flojo me pongo al ver a quien tengo para que me mime mientras duermo. Aún seguía durmiendo mi angelito castaño, con sus labios entreabiertos dejando ver sus dientitos de conejito. Sonreí como idiota mientras lo miraba, de pronto sus ojos se abrieron lentamente dejando ver sus ojos tan hermosos que me gustaba admirar.

"¿Qué hice para merecerte?"

Esa frase era lo único que pasaba por mi cabeza al ver tanta belleza en una sola persona. Una sonrisa adornó su bello rostro, podía sentir mi corazón latiendo con fuerza, nunca imaginé que podría llegar a ser tan feliz, o que aunque sea me lo mereciera.

-¿En que tanto piensas?- llevé una de mis manos hacia sus hermosos cachetes regordetes que tanto me gustaban - ¿Dormiste bien cariño?

-Sip, dormí bastante bien, pero me hace falta algo para terminar de despertar - sonreí mientras abrazaba una almohada y abulté mis labios - Kiss kiss...

Sonreí ante tanta ternura y me acerqué a su pequeño y hermoso rostro, sintiendo como se iban entremezclando nuestras respiraciones, tomé con delicadeza su belfo inferior y jalé este con suavidad logrando sacar un pequeño jadeo de la boca del menor. Lo besé como nunca antes, haciéndole saber lo mucho que lo amaba, mientras mis manos apretaban sus cachetes regordetes que se habían tornado de un tono carmesí. Me separé levemente y junté nuestras frentes, solo sentí como el contrario esbozaba una sonrisa.

-¿Dónde estuviste todo este tiempo que me hiciste falta...?- dije casi en un susurro. Y sí...mi vida no era completamente perfecta, mis padres biológicos habían muerto hace mucho tiempo, y había sido adoptado por la amorosa pareja que tengo ahora como progenitores.

-Yo siempre estuve ahí...es solo...que...- mi voz se cortó de repente, me sentía bastante ridículo -Tu simplemente olvidaste que existía...no intento culparte de nada, pero...duele aún...

-¿A qué te refieres con eso?- lo miré confundido, en serio no sabía de que hablaba -¿Olvidar que existías?

Moví mi cabeza de forma afirmativa y tomé aire para hablar un poco más tranquilo, aún dolía, el recordar algo tan vergonzoso que me dejó marcado, y no precisamente por algo bueno.

-Hace algunos años atrás...creo que estaba en segundo año de preparatoria...no recuerdo bien, te vi pasar por la calle cuando volvía a casa después de un día bastante largo...en aquel entonces era tonto pensar que tan siquiera te fijarías en mi, pero de igual modo lo intenté. Me acerqué a ti y pedí tu número, recuerdo tu cara en aquel momento- reí levemente y seguí mi historia -Dudaste en hacerlo pero al final lo hiciste, solíamos chatear o hacernos llamadas en las que nos reíamos de cualquier cosa, poco a poco comencé a sentir las estúpidas mariposas en mi estómago. Uno de esos días te pedí que fuésemos a caminar a algún lado y, finalmente, te dije lo que sentía. Simplemente te quedaste en silencio y te alejaste de mí, no sabía que hacer, era la primera vez que sentía algo, obviamente ya tenía claro que no sentía atracción por las mujeres y tú...fuiste...¿cómo decirlo?¿Mi primer amor?- bufé y cubri mis ojos -Joder sonaba mejor en mi cabeza.

Intenté hacer memoria hasta que por fin recordé...había sido bastante cruel de mi parte el haberle dejado a su suerte en aquella ocasión. Bajé mi mirada y sobé mi cabello.

-Lo siento...a ver...se que no merezco pero...te pido que me perdones...es solo que yo...

-Ya no importa...lo que cuenta es que estas aquí, conmigo, haciendome muy feliz- sonreí intentando animarlo y bese sus finos labios con ternura -No tienes por qué explicarte...había averiguado el por qué de tu comportamiento...tus padres...