💫Park Jimin💫
Tengo 17 años recién cumplidos. Siento una extraña atracción por la ropa de mujer por eso suelo vestirme como una. Mi padre es uno de los mafiosos más buscado en toda Corea. Hace algunos años mi padre había asesinado a mi madre ya que...
Llegamos a casa y nos fuimos a dormir hasta que en medio de la noche unas manos grandes con dedos largos comenzaron a toquetearme. No pude evitar soltar uno que otro jadeo. Abrí los ojos y miré esas grandes manos de mi pequeño diablillo.
-¿Qué crees que haces?- susurré algo adormilado.
-¿Que no es obvio?- me acerqué a su oído y susurré -Te haré lo que no me dejaste hacer en el cine...
Cerré los ojos sintiendo su voz ronca cerca de mi oído y su respiración chocando contra mi cuello. No podía, estaba realmente cansado.
-Gukie...estoy agotado...¿Podría ser mañana?Por favor necesito dormir- señalé el reloj el cual marcaba las 1:21 AM.
Solo recibí como respuesta un suspiro amargo acompañado de un leve gruñido. Está molesto...¿Pero qué le puedo hacer?
-No te enojes cariño- no recibí respuesta, me acerqué para abrazarlo y llenar de besitos su pecho.
-Duermete...- dije serio, sí me cabreaba un poco que me rechazara pero lo entiendo, estaba agotado.
Me quedé dormido en cuestión de segundos, estaba realmente cansado.
Me levanté en la mañana al recibir el contacto de la luz del Sol en mi rostro. Fui al baño, me lavé la cara y los dientes para bajar a la cocina y ver al castaño haciendo el desayuno. Sonreí y me acerqué para abrazarlo por la espalda.
-¡Mierda Park!- di un pequeño brinco del susto -¿Acaso quieres matarme de un infarto?
Sonreí divertido y llené de besitos su columna queriendo disculparme por haberlo asustado.
-Buenos días para ti también amor- ronroneé como si de un gatito se tratara en su espalda y me separé -Hubiera preferido que me despertarás tu en vez de la odiosa luz del Sol en mi cara- hice una mueca.
Reí levemente y dejé un besito en la punta de su nariz para poner el desayuno y sentarme a la mesa.
-Ven ya y deja de quejarte tanto- sonreí mirándolo.
Me senté a su lado para desayunar. Estaba realmente exquisito, panqueques cubiertos de leche condensada y para completar, unos arándanos y trocitos de banana que lo decoraban. Tomé la mano del mayor a lo que este me correspondió el agarré. Comí gustoso, el tacto de sus manos y el delicioso desayuno que había preparado era la mejor combinación para empezar bien el día.
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Ambos terminamos de desayunar, sinceramente no sé qué me empalagó más¿Las caricias de mi Gukie o los panqueques?Fui a cambiarme la ropa, íbamos a salir un rato, estar en casa era muy aburrido.
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