Capítulo 5

333 32 0
                                    

Capítulo 5
Subimos a su habitación. -Linda habitación.
-Le dije. En realidad era hermosa, lena de
fotos por todas partes fotos de ella con la
tía sami, con la abuela y el abuelo, con la tía
Cata y la tía alix, primos, otros tíos
y otras personas; me preguntaba dónde
habrían terminado esas fotos.
Tú tomaste estás fotos,Valeria ? -Le
pregunté acercándome para verlas, era
muy hermosas-
Parecen sacadas de Tumblr.
-Murmuré.
-¿Sacadas de dónde? -Preguntó tía Sami,Me
giré a verla. Olvidé que no estaba en mi
época, estoy diecinueve. Años atrás.
-No me hagan caso. ¿Tú las tomaste, Vale?-repetí.
-Sí. -Se acercó a verlas, puso su mano sobre
una en donde solo se encontraba ella con su
oso de peluche- Quiero ser fotógrafa algún
día. -Me sonrió.
-Eso es muy diferente a ser agente de bienes
raíces. -Murmuré casi inaudible. Si mamá
quería ser fotógrafa ¿Por qué trabaja para
Keana Marie en una agencia de bienes
raíces? Significa que renunció a su sueño-.
Vale, prométeme algo. -La agarré por los
hombros y la sujeté fuerte.
-Ah... ok -dijo mirándome con confusión-.
¿Qué?
-Prométeme que jamás, jamás, en tu vida,
no importa lo que pase, renunciarás a
sueño, por nada en este mundo, porque
créeme, lo lamentarás si lo haces. -Ella
suspiró con los ojos abiertos, yo apreté mis
labios-. Vamos, promételo.
-Te lo prometo. -Asintió y yo me sentí
orgullosa.
-Eso. -Le sonreí y la abracé.
-Bien ¿Y qué hacemos ahora? -Preguntó la
tía Sami.
-¡Hablemos! -Sugerí y emocionada.
-Me gusta la idea. -Apoyó Sami .
-Suena bien. -Dijo mamá. Ellas se sentaron
en la cama una al lado de la otra y yo frente
a ellas.
-¿Y bien? ¿Quién les gusta? -Pregunté
juntando mis manos.
-Justin-Saltó la tía Sami .
-Es un Bobo como Yuri -Espetó mi
mamá para luego cruzarse de brazos.
-Él no es así, me ayudó con mis libros
el otro día. -Sami y la golpeó con una
almohada.
-Solo quería que le hicieras la tarea de
matemáticas. -Mamá se rió en su cara.
-¡No se la hice!... bueno, solo lo ayudé.
-Mamá rió más alto.
-Perfecto, cuando estés dándole clases de
biología gira la cara cuando se te acerque.
-Le aconsejé, ellas me miraron raro.
-¿Qué? -Preguntaron ambas, recordaba la
historia que la tía Sami siempre cuenta, le
encanta contarla, en serio está enamorada.
-Solo hazlo. -Le dije, ella asintió-. ¿Qué hay
de ti, Vale? -Le pregunté a mamá.
-Yo... no lo sé, justo ahora no me gusta
nadie. -Sonreí.
-¿Qué hay de Yuri? -Subí mi ceja
-Ya te dije que no me gusta... además ¿Qué
si así fuera? A ella le gustan las rubias
plásticas ya mí las chicas inteligentes. -Me
acomodé mejor en la cama cruzando mi
pierna derecha sobre la izquierda.
-Ella es más inteligente de lo que crees,
Valeria -No me equivocaba, Yurielkys  era muy
inteligente, al menos eso decía mamá.
-¿Cómo lo sabes? -Preguntó ajustando sus
lentes.
-Solo lo sé, chicas como ella esconden su
inteligencia para mantenerse al margen
de la sociedad, les gusta llamar la atención
de manera escandalosa. -Le expliqué. Por
supuesto que conocía a los de su clase, lo
que jamás me imaginé fue que mi madre
fuera uno de ellos.
-Eso no significa que ella sea inteligente.
-Porfió mi mamá.
-¿Tú cómo sabes que es una tonta? -Me
crucé de brazos.
-Porque siempre actúa como uno. -Imitó mi
acción.
-Exacto, está escondiendo su verdadero
ella. -Mi madre miró a mi tía, ambas lo
consideraban pero no decían nada.
-¿Tienen Coca-cola? -Pregunté cambiando
el tema. Definitivamente tenía un problema
serio con la Coca-cola, lo arreglaría después.
-En la nevera, abajo. Tómala, ya estás en tu
casa. -Mamá sonrió.
-Gracias. -Me levanté y salí de la habitación,
bajé las escaleras de dos en dos mientras
acomodaba el cuello de mi chaqueta negra,
pasé por un espejo que yacía en la puerta
de la cocina y me miré en el.
-Sí me parezco a mamá. -Dije con una
sonrisa. Empujé las puertas de la cocina y
fui directo a la nevera. Localicé dentro del
aparato la lata de Coca-cola, la tomé para
luego cerrar la nevera.
A mis fosas nasales llegó un olor extraño,
a humo. Venía de afuera, miré a través del
mosquitero metálico de la cocina y... la vi.
Era la abuela, fumaba un cigarrillo
mientras su mirada estaba perdida en
la grama del jardín trasero. Una lágrima
corrió a través de mi mejilla, sequé aquella
lágrima, dejé la lata sobre el mesóny me
aventuré a salir.
-¿Puedo acompafñarla? -Pregunté mientras
bajaba los pequeños escalones al pie de la
puerta.
-Nicole. -Dijo ella en su asombro. El
humo salió de su boca acompañado de la
pronunciación de mi nombre.
-Por favor no lo haga. -Tomé el valor
suficiente para quitarle el cigarrillo de la
mano. Lo tiré al piso y pasé mi zapato sobre
el.
-Por favor no le digas a Valeria-Me pidió
secando una lágrima que salía sin aviso.
-No se lo diré si promete que no lo volverá
a hacer. -La miré a los ojos. Ella apartó la
mirada. Me acerqué y tomé sus mnanos.
-¿Sabe? Yo no tengo abuela, porque el
cigarro la mató, y me siento terrible por
ello, murió cuando yo era muy pequeña y
lo que logro recordar de ella es mnuy poco.
Por favor, no le haga eso a su futura nieta.
-Le pedí con toda la sinceridad que pude.
Era obvio que ella no sabía que me refería
a ella, tal vez no funcione, pero ya que
estoy acá ¿Por qué no tratar de evitarlo? No
pierdo nada con intentar.
-¿Sabe? Yo no tengo abuela, porque el
cigarro la mató, y me siento terrible por
ello, murió cuando yo era muy pequeña y
lo que logro recordar de ella es muy poco.
Por favor, no le haga eso a su futura nieta.
-Le pedí con toda la sinceridad que pude.
Era obvio que ella no sabía que me refería
a ella, tal vez no funcione, pero ya que
estoy acá ¿Por qué no tratar de evitarlo? No
pierdo nada con intentar.
Mi abuela estalló en llanto, me apretó
contra su pecho muy fuerte y yo le
correspondí rodeándola con mis brazos.
-No lo haré de nuevo, lo prometo. -Sonreí
ampliamente. Ella se separó y secó sus
lágrimas.
-Gracias, no sabe lo feliz que soy. -Le dije.
-Nicole. -oí la voz de mi madre lamarme.
-Ya voy ma.., ya voy Vale-Rescaté. La
abuela me dio una sonrisa antes de que
volviera a entrar, pasé por la cocina y llegué
a la sala.
-Vamos a la heladería. -Dijo Sami .

Intrusa Del Futuro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora