Capitulo 8

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Capítulo 8
-¿Cómo debería empezar? Preguntó
mientras pasaba su mano derecha por su cabello alborotandolo, llevándolo hacia atrás.
-No lo sé. -Musité llevando mi mano
derechaa mi barbilla en pose pensativa.
Y luego recordé, mamá había contado
la historia, la primera vez que Yuri le
pareció atractiva fue en la fiesta de de
la hermnanas Peterson, Gemelas. Caitlin
estudia en Est High y Jane en Noth High
por problemas de conducta de Jane -Los
cuales, en mi época, aun conserva. Está en la cárcel, tú me dirás- ya que están de punta a punta -relativamente- y su casa está en punto intermedio hacen hacían- unafiesta anual, algo como una tregua entrelas comunidades de estudiantes; por lo quela tía Alix obligó a mamá esa noche a ir a la jodida fiesta y terminó gustándole Yuri. « ¡Bravo Nicole! Eres genial».
Me felicite-. Invítala a la fiesta. La de las
Peterson, por lo que sé es mañana. -Miré
la fecha en una cartelera que yacía debajo del gran reloj de la heladería, no me había equivocado, soy extraordinaria.
-Y aceptará? -preguntó no muy segura.
-La convenceré. -Me encogí de hombros.
-Está bien. -Dijo. Yo sonreí.
-Bien, invítala mañana, en el almuerzo.
-Aconsejé.
-¿Estás segura de que no voy a terminar con
una ensalada de pollo en la cabeza? -Yo reí.
Probablemente.
-Que no, pesada. Me iré ahora. -Giré y
volví para volver con las chicas - Ah. Otra
cosa. -Me volví de nuevo para mirarla-.
En el futuro, no digas lo siento si no estás
dispuesta a hacer nada para cambiarlo,
porque es más bien un no me importa.
-Ella asintió algo avergonzada y yo volví a
mi sitio. Me senté junto a Mamá y más allá
estaba la tía Sami, en frente Alix sobre Cata.
-¿Qué hablabas con Ojeda? -Preguntó
Sami.
-Nada, cosas. -Dije sin darle importancia.
-Uh cosas. -Cata movió las cejas
rítmicamente. Mamá no dijo nada, estaba con la cabeza abajo, bebiendo de su batido.
-¿Qué? ¿Ella y yo? No. Imposible. -Les dije.
Mamá seguía sin decir nada-. No es que sea tonta. No, creo que la subestiman peronunca podría pasar. No es mi tip9 ni lo será.
-Dejé en claro.
-Cata no era mi tipo. -Insinuó Alix,
apretando la mejilla de la chica.
-Bueno, eso no puedo negarlo, pero si a
esas estamos; Yuri es menos el tipo de
Valeria que mío. -La miré. Ella me miró sin
expresión. Volvió su mirada al batido.
-Ella no me gusta. -Solo dijo eso.
-Vamos, ni a mí, pero a que es linda -Le
sonreí ella se encorvó más.
-¡Aja! -Samime acusó con un dedo.
-Eso no significa nada, puedo decir que eres
linda, lo cual es cierto; pero no por eso me
gustas ¿0 sí? -Ella frunció el ceño.
-Vale, me has ganado. -Ella volvió a su
helado de fresa.
-Entonces ¿No es linda, Valeria? -Mamá
-Eso supongo. -Se encogió de hombros.
-Ahí está, no es tan mala. Te ha comprado
un licuado y ha llegado aquí muy
avergonzada por lo que te hizo. -Le
recordé.
-Sí. Ya, es un ángel de persona. ¿Podríamos
dejar de hablar de Ojeda? Me pone de
nervios. -Se expresó con un grufido.
-¿Por qué te pone de nervios? Es solo un
chica -Pregunté levantando una ceja.
-Ah... no es solo ella. Se escudó con su
batido.
-¿Todos los chicos de esa mnesa te ponen de
nervios? -Pregunté una vez más con la ceja
levantada- ¿Es Que Justin también te pone de
nervios, o Keana?
-Espero que no. -Saltó Samipasando la
mirada de Vale a Justin.
-¡No!-exclamó exasperada.
-Más te vale. -Comentó Sami.
-Entonces no veo razón para que te ponga
de los nervios si no te gusta, a menos que
eso sea.-Me crucé de brazos. Ella sorbió
hasta la última gota de ese batido.
-Es intimidante ¿De acuerdo? -Dejó el vaso
sobre la mesa. Bajó la mirada mientras
revisaba sus uñas, tratando de evadir mi
mirada.
-Te apoyo, aunque yo lo soy más. -repliqué.
-No, de eso no hay duda.-Hizo un mohín.,
yo reí. Ella no sabía que yo era la hija de
Jauregui; si le hubiera dicho algo como
eso me hubiera dicho que estoy loca pero,
definitivamente, hubiera lamado a la
policía si se me hubiera ocurrido decirle
que soy su futura hija con Ojeda.
Ahora entiendo por qué el matrimonio
no funcionó; no fue un engaño, no fue la
economía; fueron las diferencias entre esas
dos personas que lograron crear su propia
salvación en un intento de estar juntos, sin
conseguir la gloria. Un desastre total.
-Vamos a casa, tengo un montón de tarea
que hacer. -Dijo mamá- ¿te quedas, Sami?
-La miró. Ella tenía la mirada perdida en la
sonrisa encantadora del tío Justin, a quien yo
había cachado varias veces mirándola.
-Sí. Me quedo un rato. -Suspiró mordiendo
su labio inferior.
-Dios te ayude, Samantha. -Mamá dio unas
palmaditas en su hombro y se levantó, me
levanté con ella y le di espacio para pasar.
Nos dirigimos a la salida pero antes de
salir Yuri se giró a vernos y dijo-: ¡Adiós,
Valeria! Te veo mañana. -Para después
guiñarle un ojo. Yo no cabía en mí de mi
felicidad. Todo estaba yendo de fábula,
muy pronto volvería a casa con mi, algo
cambiada, vida.
-¿Ya esta que mosco le picó? -Susurró
mamá, saliendo junto a mí por la puerta
después de solo sonreírle nerviosamente.
-El mosco de la sinceridad y la gentileza.
-Pues, ya era hora. -Dijo. Yo reí.
-¿Si te invitara a salir que dirías? -Pregunté
como quien no quiere la cosa.
-Nada, porque estoy segura de que ella no
lo haría. -La dejé soñar por un rato. Hasta
mañana a la hora del almuerzo.
-Ya, pero en el remoto caso,
hipotéticamente hablando... -Ella miró el
pavimento con inexpresivo semblante.
-Nicole, las personas como ella no deberían
estar con personas como yo. Por mucho que
quisiéramos, lo cual no es nuestro caso, no
funcionaría. -Pues sí. Y que lo diga, lo suyo
no funcionó.

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