Cap 6

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Capitulo 6
Llegamos a la heladería. Ice Crime, esa
era el nombre antes de convertirse en el
almacén Rory's.Ese nombre sí que era
crimen.Estaba abarrotado de gente. Versiones más jóvenes de todo mi vecindario. Haciendo las mismas cosas que, en mi época, les prohíbern hacer a sus hijos. Negué con la cabeza al ver a la tía Alix,otra mejor amiga de mamá, sentada en el regazo de la tía Cata. Si tan solo el pequeño Alejandro los viera. O su hija mayor, Emma. Bueno, no es nada que no hicieran ya de mayores, muchas veces via Emma esconder su cara entre sus manos, ocultando su vergüenza ante las demostraciones de afecto de sus madres.Estoy segura de que metería la cabeza en el suelo como un avestruz al verlas ahora,juntando sus narices como dos conejito.
La tía Alix no solía ser romántica pero con la tía Cata eso cambia totalmente.
Mi madre tosió falsamente al llegar a su
lado.
-¡Vale! -Saltó Alix del regazo de Cata
para enrollar sus brazos en el cuello de
mi madre-. Pensé que no vendrían. -Dijo
soltándola. Traía un pequeño traje de
animadora, Blanco con rosa, que lucía
genial en ella, muy sexy.
-Nos vimos obligadas, ya que nos gritaste por teléfono. -Dijo mamá. Alix rodó los ojos y volvió al regazo de Cata.
-No las grité, solo les di un incentivo.
-A Cata no le das incentivos. -Espetó Sami.
-Cállate y siéntate. -Apuntó al sillón de en
frente. Yo estaba junto a mamá, parada
frente a ellos esperando que alguien me
notara.
-¿Y tú quien eres? -Preguntó Cata
amablemente.
-Oh, ella es Nicole. Es nueva en el instituto,es nuestra amiga ahora. -Explicó mamá. Les Sonreí.
-Bienvenida al grupo, Nicole. -Dijo Alix
revolviendo el cabello rde su novia.
Era muy raro ver a una jugadora de futboldel Rosewood Est High y a una animadora de los lobos del Rosewood Est High condos nerds del Hill North High pero ellas sehabía conocido en un campamento y fue como amistad a primera vista. No dejaron
que la rivalidad entre lobos y tigres -Que
aun, en mi época, sigue- los separara.
Hubo wn silencio de miedo cuando Yuri,
Keana y otro grupo de personas, entre ellos; Los tíos Justin, Freyder y Lerna , entraron al lugar.
Los movimientos -Y respiraciones-
continuaron cuando ellos dieron ur
mirada como de "¿Qué miras? ¿Te
debemos?" a todo el salón.
Yo me felicité a mi misma al tener la
maravillosa idea que se me acababa de
ocurrir.
Yuri se acercó a la barra, y pidió algo al
dependiente, algo que no logré escuchar.
- vale -La llamé. Ella giró y le tomé el brazo,
la alejé de donde estábamos. Caminamos
unos pasos hacia la barra sin decir nada y
justo cuando Yuri recibió su pedido, y
se giró para ir a su lugar, empujé a mamá
contra ella haciendo que esta derramara
todo el contenido de su vaso sobre el suéter
rosado con estampados de rombo de mi
mamá.
-Mierda. ¿Por qué te atravesaste? -Gritó
molesta mi madre. Yo fruncí el ceño, mamá
aun no asimilaba la información. Todo el
mundo dentro de la heladería comenzó
a reírse a carcajadas, excepto claro por
la mesa del fondo, donde se encontraban
las amigas de mamá. Mamá los miró
a todos, repasando a cada uno con la
mirada, sus gafas de empañaron, sus ojos
estaban lorosos y sus mejillas tenían un
color escarlata. Se veía como un pequeño
cachorrito indefenso, bajo la luvia y sin
dueño.
-Oh -Murmuró mi madre al verla a los
ojos. Dirigió una severa mirada a los que
se reía y estos se callarony volvieron a sus
asuntos- déjame ayudarte. -Le pasó un par
de servilletas y mamá las tomó con furia-
Oye. Solo quería ayudar, no es necesario
que actúes así.
-Era mi suéter favorito. -Espetó ella secando
el desastre que ahora su suéter.
-Creo que te hice un favor. Era horrendo.
-Yuri soltó una risita. Ella se detuvo, una
lágrima rodó por sus ruborizadas mejillas.
-Este suéter me lo regaló mi abuela, mi
difunta abuela. Lo hizo ella misma. -Yuri
apretó los labios y miró el piso.
-Lo siento. - ¿Por qué siento como si tuviera
un Déjà vu? Ah sí. El famoso "Lo siento,
no lo siento, porque no haré nada para
arreglarlo" de Yurielkys Ojeda. Rodé los
ojos.
-Yo siento que eres una idiota. -Mamá tiró
las servilletas y salió corriendo al baño. Me
crucé de brazos y me acerqué a mi madre.
-Eres una maldita insensible. Deberías
pensar lo que dices ¿Sabes? -Le regañé.
Ella seguía con la mirada abajo y los labios
apretados.
-Yo no quería lastimarla... Dijo. Noté
arrepentimiento en su mirada.
-Pues entonces... Cómprale un batido de
coco y vainilla, Es su favorito. Es lo menos
que puedes hacer. -Le dije. Ella suspiró y
asintió. Se acercó a la barra de nuevo y
pidió lo que le había dicho.
Luego de un rato, mamá salió del baño, la
mancha no se halbía ido, era una gigantesca
mancha rosa que el batido de banana y
fresa había dejado en el suéter de mamá.
-Ve. -La empujé. Ella caminó hasta la mesa,
en cada paso que daba miraba hacia los
lados, estaba avergonzada.
-Valeria -Mamá levantó la vista. Ella puso
el batido en frente de ella, sobre la mesa-
Es lo menos que puedo hacer por haber
arruinado tu suéter. Lo siento mucho. -Vi
una leve sonrisa en los labios de mamá.
Ajustó sus gafas y miró a mi madre a sus
grandes ojos esmeralda.
-Gracias Yuri.

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