Sweet Perfection |Frenkie de Jong|

05

-Angy! Dos cafés y un tostado- dijo Alice desde la barra- oye, has mejorado mucho tu español, me imprecionas.

-Muchas gracias- dijo el hombre.

Claramente conocía esa vos.

-Adiós Frenkie.

Frenkie y yo llevamos saliendo casi un mes, venia todos los días sin falta a la cafetería y pedía los mismo siempre. Curiosamente venía siempre para mi hora de descanso, a diferencia de la MNS, que venían a desayunar antes de entrenar.

-Buenos días guapo, aquí su orden- dije llegando.

-Que amable- me recibió con una sonrisa.

-Se puede saber para quien es ese café?- pregunte alzando una ceja, ganandome una risa suya- esperas a alguien?

-Es curioso que pregunte, si, estoy esperando a alguien- dijo mirando atrás mio, yo también lo hice- es una señorita muy hermosa, de su misma altura, mismo color se pelo, misma bella sonrisa, la conocerá?

-Puede ser- dije.

-Siéntate quiero desayunar contigo hoy- señaló al asiento que estaba frente suyo, yo me sente, el puso un café al frente mío y el tostado en medio de ambos- como estuvo tu día?

-Todo tranquilo, el entrenamiento?

-Nada del otro mundo.

Últimamente estamos hablando más seguido en español, así agudizamos su habla, aunque se confunde o habla en su idioma o los mezcla a veces.

-Angy, me cubres? Tengo que ir al baño- dijo Alice, yo asentí.

-Te dejo.

-Adiós.

Camine y me puse a tomar la orden para volver a la barra, ya había terminado mi descanso.

Frenkie también termino su desayuno, se levantó y agarro todos los platos y las tazas, camino a la cocina sin mirar a nadie, para dejar los platos en la pileta, luego de saludar al lavaplatos, eran casi amigos.

-Cariño debo volver a entrenar- dijo acercándose a mi, dejo un beso en mis labios y salio de la barra- te amo.

Salió por la puerta saludandome con la mano.

-Tan divino el Frank- dijo Alice al lado mio- lleva sus platos y todo, no lo dejes ir Angy.

-Que graciosa- dije y volvi al trabajo.

[...]

-Buenas noches cariño, nos vamos?- pregunto Frenkie entrando al café.

-No cielo, aun no termino- dije limpiando la mesa.

-Paso algo?

-Mis compañeros se fueron y vino un grupo de hombres, ensuciaron todo y se fueron, también tengo que lavar los platos.

Dije cansada.

-Te ayudo- dijo saltando la barra y yendo a la cocina.

-Bruto- dije, mira si se cae, arruinaría su hermosa carita.

Como si eso fuera posible.

Por suerte, su ayuda fue muy útil, termine de limpiar la última mesa y fui a la cocina para verlo.

-Mi dulce ceniciento- dije, el sonrio sin entender lo que dije, pero igual siguió con su suyo- hermoso.

Deje un beso en su cachete y se puso rojo casi al instante.

-Terminaste?- pregunte.

-Es el último, ya esta- dijo secándose las manos- nos vamos ahora?

Asentí, el agarro mi mano y caminamos a la salida, cerré con llave y fuimos a su departamento.