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-Mami, mami!

-Que pasa Julie?- pregunto Angy mirando a la pequeña De Jong de ahora Seis años.

-Papi me regalo esta flor- dijo emocionada mostrando una pequeña rosa blanca, sin espinas en su mano.

-Es hermosa hija.

-Me gusta más que la amapola de la semana pasada- admitio con una sonrisa.

Si había algo que destacaba a Frenkie como padre, era su corazón, la manera en la que le mostraba a su pequeña hija cuanto la amaba, era dándole pequeños regalos, ya sean flores, cartitas escritas por el, llevándola a lugares que le gustaban.

Sin duda Frenkie era el mejor padre, no había nadie que pudiera negarlo, no conociéndolo.

-Mami.

-Que hija?- pregunto de nuevo la Argentina viendo a la oji azul.

-Papi hoy me va a llevar a un lugar.

-Así? A donde?

-No se, no me quiso decir- admitio- pero me dijo que me ponga como una princesa, me podes ayudar?

Angy asintió y agarro la mano de su hija llevándola al cuarto.

Buscaron por al menos media hora algo que ponerle, finalmente, Julie eligió un vestido rosa floreado, una zandalias a juego y su mamá le puso una evilla para quitarle el pelo de la cara.

-Lista- dijo la mayor mirando a su pequeña.

-Parezco una princesa?- pregunto ella.

-Más que eso, estas perfecta- dijo una voz masculina.

Ambas féminas voltearon la mirada y se encontraron con la silueta del neerlandés en el marco.

Frenkie vestida un esmoquin negro, con una camisa roja y sin corbata. En sus manos tenía un ramo de sosas blancas, iguales a las que le regalo en la mañana a la nena, cuando la llevo a la escuela.

-Papi!- Julie camino a su papá con una sonrisa.

Frenkie se arrodillo frente a ella y le entrego el ramo, la nena miro las flores con admiración, miro a su papá y lo abrazo fuertemente.

-Nos vamos, princesa?- pregunto Frenkie, su hija asintió.

Julie bajo primero por las escaleras, dejando a sus padres solos.

-Dios...- dijo angy acercándose a su marido.

Este cuando la tuvo cerca, agarro su cintura y le dio un beso, que ella correspondió a los segundos.

-Estas perfecto- dijo la mujer, admirando la perfecta vista que tenia de su marido.

-Gracias, Julie también lo esta.

Angy sonrió y bajaron las escaleras, Julie ya estaba en la puerta esperando a su papá.

Frenkie le dio un último beso de despedida a su esposa y se acercó a su hija.

Tomo su mano y la llevo al auto, le abrió la puerta de la parte trasera del auto, ya que Julie era muy chiquita para viajar adelante.

Cerro la puerta y se subió al auto el también, alejándose de la vista de la mujer.

-A donde vamos papi?- pregunto Julie mirando por el espejo.

-A un lugar a donde van todas las princesas- dije Frenkie.

Estacionó el auto luego de unos minutos, abrió la puerta de la niña y le tendió la mano.

Entraron al restaurante, el cual era elegante, luces cálidas y un montón de mesas.

Sweet Perfection |Frenkie de Jong|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora