Capitulo 7

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¿Estas lista para la mejor pijamada de tu vida?

Honestamente no recuerdo con exactitud cuanto tiempo llevábamos dentro de su cuarto, pero supe lo tardé que ya era, cuando la mamá de Henri nos avisó que la cena estaba lista.

Quise irme a mi casa, pero Henri casi me suplico para que me quedara únicamente a cenar, dijo que a su mamá no le molestaría en lo absoluto y que luego, el mismo me llevaría hasta la puerta de mi casa si era necesario.

Y así termine en esa mesa siendo yo la extraña de la familia, muy probablemente invadiendo un lugar que no me correspondía, quizás estaba sentada en la silla de su papa y en cualquier momento llegaría.

Tenía a la señora Allen frente a mi -pendiente a cada uno de mis movimientos, por cierto- y a los dos hermanos en cada lado.

La señora Allen no aparentaba ser muy mayor, de echo si no supiera en ese momento que ella tenía dos hijos me atrevería a decir que era de nuestra edad ya que en su largo cabello oscuro no se encontraba ni una sola cana en él, tampoco había alguna arruga en su rostro, solamente un rastro a través del puente de la nariz de pequeños puntos.

Ahora sabia de donde Henri había heredado las pecas, aunque estaba claro que los ojos verdes no habían sido por parte de ella. Los ojos de ella eran oscuros y tan profundos, siquiera se podía diferenciar el iris en esos ojos perfectamente delineados.

—¿Qué tal esta la pasta, Aidah? —me llamo la mamá de Henri.

—Muy... Muy bien, señora. Gracias —carraspeé intentando controlar los nervios que tenía desde que me senté ahí.

—No te sientas mal si no te gusto —hablo Henri—. Mamá  no suele cocinar mucho.

—Hoy lo hizo porque es una ocasión especial —menciono Hans dándole una mirada significativa a Henri.

—¿Qué ocasión especial es? —pregunte en un hilo de voz.

—Solo digamos que un gran cambio se aproxima —dijo la mamá de Henri dramáticamente—. Y por favor, llámame, Maddy.

Me limite a asentir con una sonrisa.

¿Maddy? Probablemente el diminutivo de algo, tal vez de Maddison o...

—¿Desde cuándo están saliendo? —soltó de pronto Maddy mirándome.

Me atragante un tanto exagerado cuando bebi del jugo mientras escuchaba como Henri se quejaba con su mamá  y veía a Hans reírse

—¿Estas bien, querida? —se puso de pie preocupada.

Le hice una señal para indicarle que si estaba bien y entonces se tranquilizó solo un poco pero aún me miraba precavida a cualquier cosa.

—¿Dije algo malo?

—No... No dijo nada malo —me apresure a decir recuperando mi respiración—. Es solo que, Henri y yo no estamos saliendo.

Se llevo ambas manos a la boca cubriéndose. Ella parecía más afectada por aquello, como si hubiera estropeado algo importante.

Dejo de mirarme para ver a Henri, quien negaba con la cabeza, para darle un leve manotazo en el brazo, Henri la miro confundido.

—¿Porque no me dijiste nada? —reprendió—. Con todas las cosas que me decías sobre ella creí que estaban de novios...

—¡Mamá! —exclamo Henri de nuevo molesto.

No le preste mucha atención al hecho de que Henri hablaba sobre mí con su mama, de hecho, me uní con Hans quien reía abiertamente. Era gracioso ver como Henri se frustraba por cada cosa que su mamá seguía diciendo y negaba con la cabeza, como si no tuviera caso seguir refutando.

Eres Tú (+18) Où les histoires vivent. Découvrez maintenant