Capitulo 9

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Me gusta creer que no son malas personas.


Mis nervios iniciaron cuando abrí los ojos y la habitación estaba en completa oscuridad.
Intente encender la linterna de mi teléfono pero este se había perdido entre las sábanas de mi cama sin razón alguna.

Tampoco me había movido tanto para perder mi teléfono así.

Me deje caer de nuevo en la cama intentando controlarme antes de comenzar a alterarme y que eso provocará una reacción en mí no deseada.

Respire... Y retuve el aire adentro por cuatro segundos, luego lo deje salir en un largo suspiro que duró tres segundo mas.

Fueron tres intentos antes de poder calmarme, como Annette me había enseñado.

Estaba oscuro, sí, pero no había problema.

No le tenía miedo a la oscuridad.

Solo a lo que no podía ver en ella, o más bien, a lo que podía ver sin que necesariamente estuviese pasando.

Todo me llevaba de nuevo con él. El estar acostada sobre la cama, sabía que está vez si que podía moverme pero no lo hice, fue como si mi cuerpo no reaccionara a mis órdenes y siguieran ahí, él encima de mi y por la ausencia de luz todo se hacía tan real...

Intente de nuevo las respiraciones pausadas pero eran inútiles, mi respiración cada vez más era acelerada hasta que el repentino sonido de mi teléfono me distrajo y mi respiración ya no fue tan rápida.

Me concentre en encontrar el teléfono guiándome por el sonido

Cuando lo encontré, lo tome enseguida para responder la llamada pero está se cortó casi al instante, no me moleste en verificar el número, si era importante volverían a llamar.

Vi la hora en la pantalla, eran casi medianoche ¿Quién marcaba a media noche? Supuse que Henri ya se habría ido a casa ya que mamá no solía terminar sus fiestas de señores aburridos tan tarde.

No me sorprendió el que siquiera se hubiese despedido pero odiaba que surgiera ese sentimiento extraño cada vez que una persona que me importará solía irse.

No era que Henri me importará claro, solo que ya era un poco más tolerable su existencia.

Salí de mi cuarto y baje las escaleras comprobando que mamá ya no estuviera. No sabía si había desaparecido de nuevo de casa o había decidió quedarse en su habitación.

La nueva misión era ir por un vaso de agua y mojarme un poco la cara.

Estuve a punto de entrar por un vaso de agua a la cocina cuando baje las escaleras, pero me detuve al escuchar una familiar voz masculina amenazante, seguido por sonidos de espadas chocando entre sí.

Camine hasta el salón sigilosa para averiguar de dónde provenía el sonido y me quedé quieta cuando lo vi a él, sentado en el sofá viendo el televisor.

Despegó sus ojos de la pantalla cuando noto mi presencia, en cambio yo pegue mis ojos del televisor para evitar su mirada.

—¿Te desperté? Lo lamento, no era mi intención —sonaba enserio arrepentido.

Fue la única manera en la que al final gire a verlo directo a los ojos.

Me miraba y la expresión de desasosiego en su rostro era clara, eso fue lo que más me extraño. Era como si su único problema era el haberme despertado, olvidando todas las peleas de antes y como lo había tratado.

—No, tranquilo. Venía por algo para beber. No sabía que estabas aquí.

—En ese caso tienes que venir aquí —se hizo a un lado, dejando espacio para que me sentará con él, en el sofá.

Eres Tú (+18) Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang