cinco

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Cuando el primer capítulo acabó, Jennie suplicaba por ver otro.

"¿Por favor? Más." Jennie señalaba al televisor y asentía levemente. "Si, más." Rosé se encogía de hombros y eligió otro episodio, no viendo ningún inconveniente en ver otro más antes de irse a la cama. Casi se había quedó dormida.

"Más." Jennie sonrió, señalando la televisión. Rosé  entrecerró los ojos y miró la hora que hora en su móvil, bufando cuando se dio cuenta de que estaban despiertas más tiempo del que tenían planeado. Se sentó y sacudió su cabeza apagando la tv con el mando que estaba al lado de ella. Jennie giró la cabeza a un lado.

"Es hora de irse a la cama." Rosé  bostezó y se levantó caminando hacia las escaleras. Jennie la siguió muy despacio, caminando de puntillas.

"¿Dormir?" Jennie le preguntó una vez que llegaron a la cima de las escaleras. Rosé  asintió y abrió la puerta del dormitorio. Jennie se quedó vacilante en el pasillo."Frío." Jennie sacudió su cabeza.

Rosé  suspiró y agarró el brazo de Jennie y la metió dentro de la habitación evitando así despertar a alguien más. "Tengo ropa calentita que puedes llevar." dijo caminando a su armario buscando entre los estantes. "Toma." le dió a la chica una camiseta de manga larga.

Jennie miró la camiseta que tenia en sus manos, abriendo su boca para decir algo, pero en cuanto vio la mirada de molestia en la cara de Rosé, calló inmediatamente.

"Recuerda, este es tu lado de la cama." Rosé  balbuceó, señalando el lado en el que Jennie había dormido. La chica australiana no esperó respuesta y se metió en la cama, bajo las sábanas y dándose la vuelta para no estar mirando a Jennie.

Jennie se quedó en silencio, sujetando la camisa en sus manos. Despacio se quitó la camiseta de Jisoo que tenía puesta y se puso la de Rosé. Con el ceño fruncido, se dio cuenta de que no olía igual que la de Jisoo. Así que instantáneamente, Jennie abrazó la camiseta de Jisoo y la acolchó a la cama.

"¿Rosé?" ella susurró, quedándose en el borde de la cama mirando a la otra chica. No hubo una respuesta. Rosé  ya se había dormido. Jennie sonrió, abrazando la camiseta cada vez más fuerte contra su pecho y riendo bajo las sábanas. Se mordió el labio, no muy feliz de que Rosé  pusiese una almohada en el medio de la cama que las separase.

Con un suspiro profundo, Jennie se hizo una bola, trajo la camisa dejándola en el hueco de su cuello, inhalando la esencia con la que había estado tan cómoda este tiempo. Se quedó en silencio durante un tiempo, con la mirada pérdida en la oscuridad que tenia delante de ella. Después de entretenerse con sus pensamientos por lo que parecieron horas, sus párpados era más pesados y suavemente se cerraron.

El sueño acababa de pillar a la pequeña chica cuando de repente su respiración se intensificó. Los recuerdos volvieron en destellos blancos y rojos, y una gota de sudor goteaba de su frente. Jennie jadeó en busca de aire, haciendo que se despertase. Su corazón estaba latiendo ferozmente y se sentó rápidamente, abrazando la camiseta de Jisoo debajo de la barbilla y escaneando la habitación ansiosa.

Cada sombra, cada pequeño rincón de luz, de repente adoptaba la posibilidad de peligro. Jennie sacudió la cabeza y cerró los ojos muy fuertes. No le gustaba esto. La pequeña chica limpió frenéticamente el sudor de su frente, intentando tomar el aire que no sabia que había perdido. Cautelosamente, miró hacia la chica que estaba en la cama al lado de ella. Rosé  estaba profundamente dormida. Jennie consideró despertarla pero, sabía que en la habitación de al lado había alguien con quien prefería estar. Así que en silencio abrazó la camiseta de Jisoo contra su pecho y fue de puntillas hasta la puerta, comprobando todo una vez más para asegurarse de que nada fuese dañino. Echó un vistazo al pasillo para asegurarse de que estaba a salvo antes de abandonar la habitación de Rosé.

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