nueve: taehyung.

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La niña profirió una queja cortita, sus brazos se cruzaron por encima de su torso para demostrar parte de su gran incomodidad, sus luceritos siguieron a su hermano y tuvo que carraspear para darse a notar entre los ositos y el tigre de bengala. Hasta entonces sólo habían pasado al despacho y TaeHyung les ayudaba a rellenar sus formularios para poder ingresar al club de arte, entre los hilos de las conversaciones referentes a sus datos personales, la niña de grandes gafas no había oído ni una sola palabra relacionada con el trastorno que todos ellos llevaban consigo.

—¿Será difícil? —Se aventuró y las orejitas del tigre no quisieron moverse de su sitio— ¿Cree que podremos con todo?

El Omega relamió sus labios con una expresión apacible y, para desgracia de la pequeña, le sonrió con suavidad cuando sus ojitos grises se posaron sobre los suyos con amabilidad. Parecía que el joven maestro de artes no había entendido bien el mensaje o puede que se esté haciendo el bobo con todo el tema, tal vez se habían equivocado de profesor, incluso llegó a pensar que TaeHyung no tenía TDAH.

—Tengo TDAH con presentación predominante de falta de atención. —Le informó, su ceño se juntó un poquito más y tras salir sus últimos susurros, los labios le temblaron un poco— JaeJun tiene TDAH con presentación predominante de hiperactividad e impulsividad. —Le dijo entre el miedo y la poca firmeza que tenía, sus hermanos voltearon a verla— Y YoHan TDAH con presentación combinada.

Dicho esto exhaló.

Su pecho dolía y las inminentes lágrimas tenían miedo de salir.

—Conozco los niveles de TDAH, no me importa cuál tenga cada uno. En mi clase no son alumnos con TDAH, son... simplemente alumnos.

YoHan, el pequeño que tenía más cerca tomó su camiseta entre sus deditos y tiró suavemente de él, le acercó a su estatura para poder decirle algo muy bajito.

—SoHee está muy emocionada, por eso llora.

TaeHyung se alejó un poco del niño, los resplandecientes luceros marrones parecieron mirarle con cariño aún si se acababan de conocer, como si ante esos ojos sus emociones e intenciones fueran transparentes, transfiriéndole esa confianza y apego tan temprano.

—¿Simplemente alumnos? —Inquirió ella descruzando los brazos, el blanco de sus ojos había perdido esa tonalidad y ahora estaban bañados con ríos rojizos de venas— ¿S-Sabe o no lo que es el TDAH?

El tigre le regresó una sonrisa, mofándose de su enfado y postura.

—No le daré importancia cuando te dé clases, no entiendo porqué insistes tanto. Es mejor de esta manera, ¿no lo crees? —Preguntó y alzó sus labios en un mohín— ¿Quieres que los siente a los tres apartados en una esquina, que les de una clase diferente y que les diga a sus compañeros "no les hablen porque se distraen"? Estoy seguro que quieren entrar a este taller para distraerse, las clases los abruman mucho, la presión que cae sobre sus hombros por tener TDAH es muy pesada como para añadir más prejuicios.

—No me inscribo a su taller para distraerme, profesor Kim. —Interrumpió JaeJun.

—A distraerse me refiero a que dejarán de estar enfocados a no perder el hilo de las explicaciones, simplemente podrán centrarse en sus propias ideas y no se presionarán en seguir indicaciones, hagan lo que hagan con sus dibujos será positivo para mi.

—Su taller no es lo que buscamos entonces. —Musitó SoHee alzando la mirada— Q-Queríamos que nos ayudase a-

—¿A concentrarse mejor en clase, a manejar mejor el tiempo para sus actividades, a ser menos ruidosos y desordenados? —Soltó un pequeño sonidito de negación— No hay manera de corregir todo eso en mi taller, no tienen que ver el TDAH como una enfermedad maligna, sé que es complicado vivir con este trastorno pero no por ello deben dar por hecho que no pueden hacer nada por el TDAH.

tae's giggles | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora